Shui Meng Chan (I)

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Ye Wuchen puso sus manos sobre el pecho de Ning Xue tratando de desvestirla. Contra los instintos de la niña, los ojos de Ning Xue se llenaron de pánico, inconscientemente colocó sus manos para cubrir su pecho. Ye Wuchen le quitó la mano y sonrió.

    —Xue'er  —dijo—, haces que el hermano mayor se sienta mal.

    La piel de Ning Xue tenía una capa de un suave color rosa. Esta niña que solo parecía tener 10 años no debería haber reaccionado así, pero aun así obedeció y retiró las manos con los ojos bien cerrados.

    Cuando le quitó por completo el vestido, un cuerpo blanco como la nieve tallado como un trozo de jade apareció por completo frente a él. Un cuerpo joven e inmaduro. Liberaba inesperadamente un aura de asombroso encanto, lo suficiente como para absorber el alma de los hombres. La mente de Ye Wuchen se convirtió en un desastre, rápidamente miró hacia otro lado, tratando de respirar con tranquilidad, calmando su mente como el agua apasible y solo entonces miró el cuerpo de la pequeña nuevamente. Con cuidado comenzó a examinar cada parte del cuerpo de Ning Xue, y su rostro comenzó a mostrar una expresión de desconcierto.

    Había varias heridas en su cara, manos y pies, pero ¿por qué su cuerpo no tenía ninguna?

    Y de repente recordó que los diminutos pies de Ning Xue estaban cubiertos de abrasiones, pero no había signos de desgaste en sus calcetines y zapatos.

    Ye Wuchen tomó el vestido blanco de Ning xue y descubrió que no tenía rasguños, rápidamente acarició el vestido con los dedos mientras usaba su poder para intentar cortarlo, y se sorprendió al ver que el vestido no se había dañado.

    ¿Qué tipo de material se utilizó para hacer este vestido?

    Ning Xue recogió el vestido y llegó al arroyo, usando el agua clara, comenzó a lavar las marcas rojas en sus pies. Cada herida en su cuerpo, cada gramo de dolor que sufrió, cada gota de sangre que derramó, Ye Wuchen sabía que todo era por él.

    —Xue'er, eres mi único defecto.

    Él le susurró suavemente al oído. Después de borrar los rastros de agua en sus pies, Ning Xue comenzó a ponerse suavemente la ropa una por una.

    Ella parpadeó un par de veces, recordando las palabras susurradas en su oído, aunque no entendía completamente el significado detrás de esta oración, no pudo evitar grabar estas palabras en su corazón, porque esta frase corta la daba una inmensa felicidad.

    —Xue'er, vamos.

    No tiró de la mano de Ning Xue e hizo que caminara. En cambio la llevó en sus brazos, moviéndose lentamente hacia adelante, como un padre sosteniendo a su hija. Ella todavía estaba cansada por el estrés de estos últimos días, entonces, ¿cómo estaría dispuesto a que se cansara más?

    El cuerpo del joven, para Ning Xue, era sin duda donde podía encontrar el abrazo más cálido. Mientras caía sobre su hombro, sus ojos se cerraron y pronto tuvo sueño.

    —Hermano, deberíamos volver y visitar a menudo al abuelo y al hermano Long —dijo—. Son buenos porque salvaron al hermano y a Xue'er.

    —A menudo visitaremos al abuelo Long, porque él es nuestro salvador  —dijo Ye Wuchen—.  Pero pronto verás a tu hermano por mucho tiempo. Y además, siempre puedes pensar en el abuelo Long, pero no pienses en tu hermano Long.

    —pero, ¿por qué?  —Ning Xue preguntó con curiosidad.

    Ye Wuchen guardó silencio durante un rato.

    —El emperador más despiadado de sus últimos años, el abuelo Long, encontró un lugar para vivir que se adaptaba perfectamente a su edad y posición, pero no era adecuado para su hermano durante mucho tiempo. 5 años de entrenamiento solo pueden lograr el resultado opuesto. Si uno quiere convertirse en un verdadero emperador, entonces no debe hacerlo sin escrúpulos, su objetivo debe ser eliminar el mal y ayudar a los débiles, ser un héroe lleno de caballerosidad, sin miedo a la muerte, no restringido por el encanto de las recompensas materiales, ni para hacerse famoso, tales cosas solo lo convertirán en un peón de una persona ambiciosa y evitará que se convierta en un verdadero emperador. Si quiere convertirse en emperador, primero debe convertirse en un héroe, feroz y ambicioso, tal héroe ignorará a su verdadera familia. No deberíamos preocuparnos por una familia tan falsa.

    La niña hace tiempo se había quedado dormido en sus brazos. Ye Wuchen hablaba consigo mismo.

    En este momento escuchó el sonido enérgico de cascos detrás de él, y una voz de un joven cordial resonó.

    —¡Hermano!

    —Hermano Long, ¿cómo estás?

    —Bien  —contestó Zheng Yang, riendo amistosamente—. Por casualidad también estoy en un viaje de regreso a la ciudad de Tianlong, la ciudad aún está muy por delante, ¿por qué no montas a caballo? Aunque el hermano Ye es extraordinario, no puedes dejar que la hermana pequeña sufra.

    Long Zheng Yang estaba montando un caballo amarillo, y al lado de este había uno blanco. Tiró de las riendas y palmeó el costado del caballo, que relinchó y se acercó a Ye Wuchen.

    —Muchas gracias por su amabilidad hermano Long  —dijo Ye Wuchen, cuando aceptó la invitación.

    Ye Wuchen saltó sobre el caballo y sus pies eran tan livianos como una pluma y se veían elegantes como si estuvieran bailando. Aunque nunca había montado a caballo, le resultó simple mantener el equilibrio mientras montaba. Los ojos de Long Zhang Yang brillaron con admiración y asombro por un instante, luego rió.

    —Xue'er es mi media hermana, tú eres su hermano, entonces, naturalmente, eres mi medio hermano, no hay necesidad de dar las gracias.

    Ye Wuchen cerró deliberadamente su corazón a esas palabras, porque sabía el significado detrás de las pocas oraciones que se le dijeron.

    El caballo blanco y el caballo amarillo comenzaron a viajar uno al lado del otro hacia el sur.

    Diez días después en la ciudad de Tianlong.

    Incluso después de pasar por numerosos pueblos pequeños durante los últimos 10 días, ninguno de ellos podía igualar la prosperidad de la ciudad de Tianlong. Durante este tiempo, Ye Wuchen y Long Zheng Yang, se familiarizaron aún más, dando la sensanción de verdaderos hermanos. En el transcurso del camino, Long Zheng Yang seguía averiguando los antecedentes de Ye Wuchen. Quería saber el verdadero origen de Ye Wuchen y cuál era su razón para venir a la ciudad de Tianlong. Su mente no pudo evitar preguntarse qué tipo de secreto estaba escondiendo bajo esa apariencia tranquila suya.

    Caminaban por la calle, y como ambos eran guapos, ocasionaban que las chicas los miraran a menudo. Algunas personas cohibidas cambiaron de color por el shock. Ning Xue tenía curiosidad y miraba a su alrededor con los ojos llenos de esplendor. La gente de los alrededores la miraba con extrañeza, pero ella los ignoró.

    Después de ingresar a la ciudad, Long Zheng Yang parecía poderoso y libre, pero por debajo estaba un poco preocupado. Ye Wuchen fingió no darse cuenta de eso y, en cambio, estaba mirando a todas partes, observando cada edificio. Más adelante se acercaban al palacio de la ciudad. Las calles se estaban llenando de peatones y vendedores ambulantes.

    Aunque Long Zheng Yang estaba distraído, sus pies parecían moverse inconscientemente, girando a derecha e izquierda. Quería ir a un lugar, deseaba ir a ese lugar. Finalmente se detuvo, levantó la cabeza y miró hacia adelante.

    «Casa de los sueños y el humo». Ye Wuchen miró la pieza de placa roja, recordando el nombre.

    —¿Es el hermano Long realmente el tipo de persona que pasa su tiempo en un burdel?  —comentó, medio en broma.

    Long Zheng Yang fingió no haberlo escuchado y se quedó mirando por un buen rato el burdel. De repente su rostro brilló con tristeza y lleno de burla.

    —Hermano —dijo—, espera aquí un momento, volveré enseguida.

    No esperó a que Ye Wuchen respondiera y se retiró de inmediato.

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