-N-no debiste faltar a clases por mi Saiki.
"Basta, estás enfermo, ¿quien va a cuidar de ti?".
-A veces siento que eres algo sobreprotector.
"No voy a quedarme sentado todo el día pensando en lo mal que mi novio se siente".
Kaido agradeció que la temperatura en su cuerpo ya era lo suficientemente alta para ocultar su sonrojo.
"¿Ya tomaste algo?, ¿qué te duele?".
-Tomé una pastilla, me duele un poco la garganta y siento todo mi cuerpo débil.
"Puedo hacerte una sopa y agua con miel".
-No tienes que hacerlo, seguro en unas horas me sentiré mejor.
"Voy a la cocina, ya regreso".
Si desde antes Saiki era protector con Kaido, ahora que oficialmente eran novios lo era más, no de manera negativa; todo lo contrario, Kaido se sentía realmente querido y preciado.
Después de lo que se sintió una hora para Kaido, el pelirosa regresó con un plato de sopa de letras y una taza con agua caliente combinada con miel. Kaido se incorporó un poco en la cama hasta quedar sentado e intentó agarrar el plato.
"Yo te ayudo". Dijo Saiki para después agarrar la cuchara y soplarle un poco, una vez sintió que la temperatura estaba adecuada la guió hasta la boca de su novio, quien apenado comió de la sopa y la pasó por su garganta disfrutando de la calidez que le daba a su cuerpo.
-Me tratas como si tuviera cinco años.
"No finjas que no te gusta".
-Cállate.
Después de comer toda la sopa, poco a poco fue tomando el agua caliente con miel, quedando bastante satisfecho.
-Tengo algo de sueño.
"Hay que dormir un rato".
El pelirosa subió a la cama y se acostó junto a él, Kaido puso su cabeza en el pecho de su novio mientras este acariciaba su cabello como sabía que le gusta.
-Gracias por cuidarme Saiki.
"No es nada". Dijo para después plantar un beso en su frente.