"¿Te irás a Tokyo?".
Kaido asintió.
-Me aceptaron en la universidad y me iré en unos meses cuando encuentre dónde vivir...
"Kaido-".
-Lo siento por evadir hablarlo tanto tiempo, tengo miedo de que lo nuestro tenga que terminar por eso -dijo al borde de las lágrimas.
"Kaido, no llores, escucha, también me aceptaron en Tokyo". Dijo limpiando sus lagrimas con su pulgar.
-¿De verdad?
Saiki asintió y dejó sus manos en el rostro del más bajo.
"Iba a preguntarte si querías vivir conmigo".
-Saiki...-dijo y su llanto empeoró pero de felicidad- si quiero.
Una vez el menor se calmó ambos se sentaron a hablar bien de las cosas.
-Nunca me hablaste de aplicar en Tokyo.
"Hay una escuela de repostería muy buena allí, pero no quería apresurarme a hacer planes sin antes estar seguro".
-Debiste decirme, estaba tan preocupado porque creí que tendríamos que terminar por la distancia.
"No me rendiré tan fácil contigo Kaido, tendrás que aguantarme por muchos años más".
-Cuida bien de mí entonces.
Saiki despeinó juguetonamente su cabello y le sonrió.
"También cuida bien de mi".