Capítulo 9

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Celine


Cuando llegamos a la casa, fui recibida con abrazos y regalos. Pheope me regalo una funda de celular muy bonita, pero me excuse diciendo que olvide mi celular y se la colocaría apenas llegue a casa.

Carlo me regalo una cámara fotográfica instantánea que está muy de moda estos últimos años. Lela me regalo un lindo collar de oro que tiene una pequeña media luna colgando. Y Caín me regalo unos patines nuevos ya que a los míos se le salieron las llantitas la última vez que salimos.

Les agradecí con un abrazo y una hora después comenzaron a llegar chicos super apuestos de la universidad del hermano de Pheope. Esa fue el acuerdo para que no les dijera a sus padres, así que él también invito a sus amigos.

Pero bueno, no me quejo. Tuve una buena vista por un largo tiempo y entonces comenzó a llegar gente de la escuela.

Después de 2 horas el ambiente estaba por los cielos, todos bailaban y como lo dije, apenas bebimos un vaso y los chicos me abandonaron a mi surte.

Pheope estaba muy entretenida bailando con una chica que trabaja con ella, mientras que Lela logro llamar la atención de uno de los chicos universitarios y ahora se comen a besos. Caín y Carlo están en la bola de gente que baila en medio de la pista y yo estoy en una esquina terminando de beber mi refresco con alcohol.

Los efectos del alcohol se están haciendo presente poco a poco y comencé a sentirme muy relajada. Sentía como si estuviera en una nube y la música se hacía cada vez más lejana.

Moví mi cuerpo de manera relajante, mi cabeza giro en su propio eje y cerré los ojos para que la experiencia fuera más placentera. No sé cuánto tiempo paso, pero un chico llego a mi lado y me saludo con una linda sonrisa.

Me comporte de manera inocente y acepte bailar con él. Mi cuerpo pegado al de él, podía sentir como se tensaba y entonces su respiración chocaba en mi cuello. Una de sus manos sostenía mi barbilla desde atrás y mordí su dedo al sentirlo cerca de mi boca.

Saqué el aire por mi boca y luego lamí mis labios, el chico me giro y me miro de manera seductora lo cual respondí con una sonrisa. Entonces se acercó más y más, tampoco me quede atrás y cuando solo nuestras cabezas necesitaban acercarse algo me jalo hacia atrás.

-¿Qué? - mire quien me sostenía y mi corazón se agito. La saliva se acumuló en mi boca y mire a otro lado.

Alex comenzó una discusión con el chico con quien pasaba un buen rato y antes de que pasara a mayores, me zafe de su agarre y me aleje. Escuche como me llamaba, pero continúe caminando y por surte no me siguió.

Llegue a una esquina y tome un vaso de refresco, sobra decir que todas las bebidas contienen alcohol así que la bebi con rapidez para calmar mi enojo ya que me interrumpieron en un buen momento.

Una mano se colocó sobre mi hombro y gire con una expresión de resentimiento la cual fue remplazada por una de sorpresa al saber de quien se trata.

-¡¿Raiden?! - asintió con una sonrisa y yo salte sobre él. -¡Has vuelto! - le echare la culpa al alcohol si se molesta, pero seguí abrazándolo con fuerza al darme cuenta de cuanto lo extrañe.

El me sostuvo y sentí sus manos en mi espalda, quería hablar con él, pero no podía hacerlo dentro de la casa ya que la música está realmente en un volumen abominable. ¿o será que mi sentido auditivo es sensible?

Como sea, lo tome de la mano y lo arrastre al jardín.

-¿Cuándo regresaste?

-Hace una semana. - lo mire con sorpresa.

Una Promesa A La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora