Capítulo 61

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Celine

Mis parpados pesan, pero antes de que se cerrara pude ver la imagen de Raiden frente a mí.

¿Sera que ya me estoy volviendo loca?

No lo dudaría con todo lo que he vivido, pero ahora tengo que despertar e ir con mi padre.

—Hum... — me removí y abrí poco a poco los ojos, la luz que entra por las ventanas me cejo un momento y parpade con fuerza para acostumbrarme.

Cuando todos mis sentidos se estabilizaban, el olor a medicinas y un mareo, me hizo sentir peor por algunos segundos. Suspire lentamente y estuve un rato viendo el techo, cuando mire a la izquierda, solo encontré a alguien durmiendo en su camilla, pero cuando mire a la derecha, mi pecho se contrajo y miles de emociones golpearon mi corazón.

¿Qué hace aquí Raiden?

Se ha quedado dormido sosteniendo mi mano... ¿Se ha quedado dormido sosteniendo mi mano?

No sé cómo fue que termino así, pero al menos la idea de que me estoy volviendo loca, desapareció de inmediato. A los pocos segundos, Aylin apareció y me sonrió, pero sus ojos están rojos e hinchados.

—Buenos días, CeCy.

—Hola solecito. — mire hacia Raiden y ella me explico.

Por jugadas del destino, me desmaye en sus brazos, y se quedó dormido tomando mi mano. Entiendo esa parte, pero lo que no entiendo es; ¿Por qué estaba en el hospital?

—Eso... — Alylin dudo, pero termino diciéndolo. —En realidad, intentaron secuestrar a la señora Donovan y Larissa. — sentí como mi alma dejaba mi cuerpo y quise incorporarme, pero ella me detuvo. —Están bien. — la mire. —Por eso Raiden está aquí, fue un intento fallido y están aquí debido a que trataron sus heridas que tampoco fueron graves.

Cerré los ojos y suspiré tratando de relajarme. Miré a Raiden, debe de estar realmente agotado sino se despertó después de que moví un poco su mano y con nuestros murmullos.

Levante mi mano libre y con la yema de mis dedos, roce su cabello. En verdad extraño enredar mis dedos en él, al igual que extraño tocarlo y besarlo...

—¿Cómo está mi padre? — su mirada se ilumino.

—En la madrugada abrió los ojos por unos segundos y hace un rato también lo hizo. — sonreí. —El doctor dijo que ya está comenzando a despertar.

Cerré los ojos unos segundos reprimiendo algunas lágrimas. Me enderece con un poco de dificultad y Aylin me ayudo acomodando la almohada en mi espalda, para estar más cómoda.

—Raiden. — lo llame con un tono ronco. —Raiden. — volví a llamarlo después de tomar un poco de agua. —Raiden. — se removió en el asiento y suspiro. —Buenos días, Raiden. — salude con una sonrisa cuando sus ojos se abrieron un poco.

—Buenos días, Celine. — quería reírme, lo hizo con una sonrisa boba y su tono es rasposo, nada dulce.

Cuando su mente se aclaró, me miro con cuidado y al ver que está tomando mi mano, la dejo libre de inmediato.

—Lo siento, yo...

—Está bien. — lo interrumpí. —Gracias por preocuparte. — Aylin salió para llamar a una enfermera y pueda quitarme la ajuga en mi brazo. —¿Cómo esta tu mama y hermana?

—Están bien, solo con unos raspones, pero nada grave. — suspire.

—En verdad me alegro. — dude unos segundos, pero coloque una mano sobre su hombro, inclinándome un poco hacia adelante. —Por favor, cuídate mucho. — el entendió mis palabras y asintió.

Una Promesa A La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora