Celine
Levante un poco la sombrilla que me protege del sol y mire el cielo.
El mismo cielo que llevo observando 5 años.
Suspiré y cerré la sombrilla, subí los siete escalones y salude al guardia como de costumbre, antes de entrar al edificio donde trabajo.
En mi camino al elevador, salude a las recepcionistas y otros compañeros con los que he trabajo durante un año.
—Buenos días. — salude cuando llegue a mi departamento.
Algunas cabezas se asomaron y me contestaron con una sonrisa. Me acerque a mi escritorio y deje el café, mientras me quitaba el abrigo y lo colocaba sobre el respaldo de la silla.
Estiré mis brazos y encendí mi computadora para terminar con mi último trabajo en esta empresa.
—Hola, Celine. — alce la mirada, encontrándome con unos lindos ojos color miel y una sonrisa encantadora.
—Hola, Drake. — me relaje, sabía muy bien que vendría.
—Entonces, ¿me dejaras invitarte un café? — levante una ceja. —Vamos, es el último día que te vere. — dibuje una mueca, dando la impresión de que la estoy pensando demasiado. —Dios, te he estado coqueteando por 1 año entero, ahora que te vas, sé que no tengo ninguna oportunidad.
—Tardaste demasiado. — sonreí, divertida.
—Como sea, solo quiero compartir, aunque sea un café contigo. — me hizo sus ojitos de cachorro. —Antes de que tu partida me rompa el corazón. — blanquee los ojos.
—Drake, siempre fui clara contigo. Hay alguien...
—Que te espera en California. — termino por mí, dejándome con los labios entreabiertos. —Lo se. — suspiro. —Solo será como amigos.
—Está bien. — conteste después de unos segundos. —Solo será un café. — el reprimió una sonrisa y levanto el puño hasta la altura de su pecho.
—Nos vemos a las 4.
—Sí.
Él se retiró para seguir con su trabajo y casi al instante, alguien vino corriendo a mi lado, una linda chica de cabello rubio y ojos verdes.
—¿En verdad le has dicho que sí? — sonreí.
—Solo será un café, Evelin. — hizo un mohín, lo cual me pareció muy adorable.
—No puedo creer que hoy es tu ultimo día en la empresa. — deje salir el aire por la nariz y pase mi pulgar por debajo de sus ojos.
—Nada de lloriqueos. — ella sorbio fuertemente por la nariz. —Despídeme con una sonrisa, además. — le guiñe un ojo. —Seguiremos en contacto por mensaje.
—Por favor cumple con tu palabra. — lamio sus labios. —Siempre que alguien se va de mi lado, termina olvidándome con el tiempo.
—Pues conmigo no será así. — le asegure. —Dia y noche, te mensajeare y cuando vayas a California, saldremos todo el día. — me abrazo y tuvimos que regresar al trabajo antes de que la jefa nos atrapara.
A las cuatro en punto, Drake vino y fuimos a la cafetería. Me invito un café y una dona, estuvimos charlando de una manera amistosa y me sentí tan cómoda que olvidé esos momentos insistentes donde me pedía una oportunidad para conocernos.
Regresamos al departamento de Marketing y nos despedimos con un abrazo cálido. El en verdad parecía deprimido, pero no puedo hacer nada, mi corazón ya le pertenece a alguien.
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Una Promesa A La Luna
RomanceRaiden, un hombre adinerado, CEO de la empresa familiar. Desde antes de nacer era un hecho que no le haría falta nada, pero a sus 27 años ha descubierto que hay algo que desea tener y no será fácil de obtener. Celine, una joven estudiante de 17 año...