Capítulo 37

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Celine

—Sabía que sería mala idea. — dije mirando desde la ventanilla del auto el lugar donde Raiden me ha traído a comer.

Lo miré y negué a lo cual él río.

—Tranquila es un lugar normal.

—¿Un lugar normal? Raiden, he leído en internet algunas reseñas de este lugar. Y sé que con mi mesada de 4 meses no puedo pagar nada ahí.

—¿Tu mesada de 4 meses? — cerré la boca y miré a otro lado. —¿Querías pagar lo que consumamos?

—...No.

—Celine. — hice un puchero y lo admití.

—Diablos, se supone que no te darías cuenta hasta que tuviéramos que irnos.

Lo tomo con humor y se río unos segundos.

—Celine, no hay necesidad de que hagas eso. Yo tenía planeado pagar todo desde el principio. — negué.

—No estoy cómoda con eso, tiene que ser equilibrado. — me miro sin decir nada y suspiró.

—Bien, hagamos esto. Hoy pago y en la siguiente lo haces tú.

Sonreí y levante mi dedo meñique, Raiden lo miro un rato sin entender.

—¿Nunca has echó una promesa de esta manera?

—Si, con mi hermana. — se ríe. —Perdón, solo me sorprendí un momento.

—Deja de burlarte de mí y hazlo.

Aun con una risilla, entrelazo su meñique con él mío. Termino de estacionar el auto y bajamos para entrar al restaurante.

No se trata de un restaurante lujoso, pero sus precios si son un poco elevados. Mayormente se debe a la buena vista que brinda.

—Un restaurante de un piso, sus paredes son de cristal brindando una hermosa vista al mar y la comida es deliciosa. Razón para explotar su popularidad y subir los precios al triple.

Tomamos asiento en una mesa cerca de la pared de cristal, mire un poco nerviosa el lugar y Raiden río sin quitarle la vista al menú.

—Déjame consentirte, es nuestro primer día como pareja. — lo mire avergonzada.

—Solo recuerda nuestra promesa. — fue lo único que pude decir.

Una mujer tomo nuestro pedido, debido a que tenía los ojos puestos en el menú, no me di cuenta de la mirada que le estaba dando a Raiden, pero cuando levanté la mirada su hermoso rostro y cabello plateado me hicieron sentir incomoda.

Bajé de nuevo los ojos al menú y solo me mantuve en silencio, no quería ver que mirada le da Raiden, es más que obvio que la chica intenta coquetearle.

—Confía en Raiden, él lo prometió.

Odio sentirme de esta manera, sé que las palabras de Raiden son sinceras, pero por más que quiera no puedo dejar de sentirme insegura en este tipo de situaciones.

—Celine. — baje un poco la carta del menú al escuchar el llamado de Raiden. —¿Ya sabes que vas a pedir? — asentí con una media sonrisa.

Le dije a la chica mi pedido y ella se retiró.

—¿Cómo estuvo tu día en la universidad?

—Fue mejor de lo que imagine. — hablé con una voz animada. —Conocí a una parte de mis profesores, y mis compañeros son muy sociable. Creó poder manejarlo.

Una Promesa A La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora