Raiden
Me encontraba a punto de salir del trabajo cuando una llamada de mi madre me entretuvo un poco.
"Hola mamá, ¿Qué ocurre?"
"Hola cariño, todo bien solo quería saludar." — mire la hora y levante una ceja.
"Mamá son las 7 de la mañana, es muy temprano para saludar ¿no crees?" — una risilla obtuve como respuesta.
"Podrías bajar la guardia con tu madre Raiden. Bueno me atrapaste, en realidad estoy un poco ansiosa y curiosa, hasta el punto de no poder dormir bien" — rodé los ojos.
"¿Qué ocurre mamá?"
"Hum, Larissa me dijo que la muchacha de la que estas enamorado es muy guapa." — suspire al predecir hacia dónde va la conversación. "He intentado imaginarla, pero no puedo, ¿podrías presentármela?" — pidió en un tono delicado.
"Mamá..." — dije lentamente para que notara mi desacuerdo.
"¡Se que es una solicitud difícil, pero en verdad no podre descansar en paz hasta verla!" — pronuncio tan rápido que apenas logre entenderla. "Te juro que me comportare."
Larissa y mi madre son parecidas, pero mi hermana es mas extrema. Aun así, sé que mi madre no dejara de molestarme hasta que cumpla su capricho, por lo que pensé en la mejor solución y entonces recordé lo del evento en el orfanato.
"Mamá, hoy tendré una reunión con Celine y sus amigos ya que donare algunos peluches y juguetes para un orfanato donde irán a realizar un pequeño evento, como imaginaras no podre quedarme mucho tiempo, ¿Qué te parece si te quedas un rato mas representando a jugueterías Donovan?"
"Un evento de caridad en un orfanato?" — dijo sorprendida. "¡Dios, si no llamo nunca me lo mencionarías ¿cierto?!" — me regaño y tuve que alejar un poco el celular. "¡Por supuesto, asistiré, incluso llevare algunos cuentos para donar!"
"Excelente, cuando tenga el lugar y hora te lo diré."
"Si" — estaba por colgar, pero volvió a hablar. "Ten un buen día hijo."
"Si, mamá. Ahora que cumpliré tu pedido, duerme mejor. ¿okey?"
"Si."
Colgué la llamada y me dirigí al trabajo. Hoy llegue mas temprano ya que saldré unas horas por la tarde. Hable con Cassian para que se haga cargo el tiempo que estaré fuera y a pesar de que no estaba muy feliz, no le queda de otra que obedecerme.
—Buenos días señor. — al llegar mi asistente me saludo y entro a mi oficina detrás de mi diciendo los pendientes para hoy.
—Necesito que llames a todas las jugueterías de la zona para que empaquen los peluches y juguetes que necesitan que salgan. Solo diles que serán donados. — dejo de escribir y me miro sorprendida.
—¿Donados?
—Así es. — levanto una ceja y pestaño varias veces.
Entiendo su reacción. A pesar de que mi familia a manejado esta empresa durante años y somos la juguetería mas reconocida en el mundo, cuando realizamos donaciones lo hacemos con dinero y muy pero muy pocas veces ha sido donando juguetes.
Eso se debe a que los antiguos directores incluyendo a mi padre eran demasiado tacaños. Dar dinero es más fácil y cuando lo hacían subían un poco los precios de los juguetes para recuperarlo rápido.
Mi padre también intento envenenarme con esos pensamientos, pero logre engañarlo para que me dejara en paz y se molesto cuando en la donación de año nuevo para orfanatos y asilos, no subí el precio de la nueva lista de juguetes que publicamos.
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Una Promesa A La Luna
RomanceRaiden, un hombre adinerado, CEO de la empresa familiar. Desde antes de nacer era un hecho que no le haría falta nada, pero a sus 27 años ha descubierto que hay algo que desea tener y no será fácil de obtener. Celine, una joven estudiante de 17 año...