Horas antes, casi a nada de terminar la jornada de trabajo, Lalisa vino a mi oficina.
—Jennie, ven conmigo cuando termines —dice y se marcha sin más.
Guardo la base de datos en la que estoy trabajando, recojo mis pertenencias y subo al último piso, donde se encuentra el despacho de Lisa. Casi nadie sube hasta aquí, a no ser que la directora lo solicite y eso es algo que no pasa muy seguido, aunque aparentemente conmigo es la excepción.
Toco dos veces el cristal de la puerta esperando la indicación para poder entrar. Pensé que escucharía la voz de Lalisa concediéndome la entrada, pero en vez de eso, ella camina hasta la puerta para abrirla y dejarme pasar, recibiéndome con su clásica sonrisa ladeada y su mirada relajada.
Nada más cruzar la puerta, el olor a fresas y cigarrillo inunda mi sentido del olfato. La fragancia del perfume de Lisa es única en todo el edificio.
—¿Me necesita, señorita Manoban? —pregunto observando a la rubia caminar detrás de su escritorio.
—Deja de actuar y solo llámame, Lisa —dice ella guardando cosas en su bolso.
—¿Sabes? Eres básicamente mi jefa, debería tratarte como tal —le digo.
—Te he visto desnuda —Lalisa ataca dejándome boquiabierta.
—¿Y? No significa que deba dejar de ser profesional —replico luchando por no titubear o tartamudear; es complicado teniendo sus ojos afilados observándome sin pudor.
—Bien —Lisa le da la vuelta al escritorio —. Entonces cuando te haga gritar también tendrás que decirme jefa —casi a la velocidad de la luz ya la tenía detrás de mí sujetando mis caderas contra su pelvis y sus labios vagando por detrás de mi oreja, bajando lentamente por mi cuello.
No puedo evitar reclinar la cabeza hacia atrás, apoyándola en el hombro de la rubia, mientras que ella deja sus manos pasear por sobre todo mi torso.
—Esto no es correcto, Lisa —murmuro, pero no me opongo a sus caricias.
—¿Entonces qué lo es? —pregunta y yo no tengo idea de qué responder —. Hoy tenemos una misión —se aleja de mí abruptamente.
Aquella misión a la que Lalisa hacía referencia, era exactamente nuestra visita a un club nocturno, no es la primera vez que me veo arrastrada en su travesía.
Me pregunto por qué una mujer como Manoban recurre a lugares como este; siempre he sabido que ella es alguien estable, con un matrimonio de varios años en pie, un buen puesto de trabajo como directora de la empresa y una familia adinerada.
—¿Por qué estamos aquí? —pregunto.
Sentadas al frente de un enorme escenario, acompañadas por un montón de desconocidos que miran al frente con atención; Lalisa es uno de ellos, sus ojos están clavados en las mujeres que danzan sobre la plataforma con destreza y sensualidad, su brazo izquierdo descansa en el respaldo del sillón, mientras que su mano derecha sostiene una copa de vino tinto que minutos antes le habían servido.
Lisa sonríe en mi dirección, pero su boca no emite una respuesta a mi cuestión.
Doy por hecho que ella no va a responder, entonces centro mi atención en las bailarinas, ciertamente su trabajo no es nada fácil, los movimientos que realizan lucen bastante complejos.
Cada vez que acudimos al club, Lisa cumple con la misma rutina; llegamos, ella toma tres copas de vino, esperamos veinte minutos y nos marchamos. Realmente no pasamos demasiado tiempo dentro del lugar.
—Me miras como si tuviera un bicho en la cara —me dice Lalisa una vez que estamos en su auto. Yo conduzco, sería un grave error dejarle la responsabilidad de llevarnos a casa en su estado de ebriedad.
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A Little More Jenlisa - One Shots
Fanfiction2do libro de One shots Jenlisa:) Créditos a quien pertenezca el fanart de la portada. PD: Agrega a tu biblioteca para recibir notificaciones de actualización ;)