—¡Lisa, espera! —Jennie corrió para alcanzar a la más alta —. No se puede —sujetó el brazo de Lisa, haciendo que dejase de caminar.
—¿Qué?
—Que todos los días me molestes y luego vengas a besarme así como si nada —explicó Jennie.
—¿Eso crees? —Lisa formuló poniendo una expresión pensativa.
Jennie sacudió la cabeza afirmando, a lo que Lisa respondió ahuecando su rostro entre sus dos manos y llevando sus labios directo a los de la otra chica.
—Pues acabo de hacerlo —dijo Lisa después de besarla —. Así que sí se puede.
—No...
—Te lo vuelvo a demostrar —Lisa volvió a tomar la boca de Jennie en un beso —. ¿Lo ves?
—¡Ya deja de besarme! —la castaña se quejó.
—¿Eso quieres? —Lisa no movió su rostro ni un solo centímetro lejos del de Jennie, ella asintió —. ¿Segura?
—Bueno, solo uno más —la más baja pidió estirando los labios.
Lisa complació sus deseos y fue a besarla una vez más. Un beso era poco para dos personas que se gustaban, pero cuatro ya eran demasiados para aquellas que juraban odiarse.
Y aunque la manera de besar de Lisa era tan buena y adictiva, Jennie se sintió extraña, más que nada porque nunca en su vida se le habría pasado por la cabeza que llegaría a vivir la particular escena de Kim y Manoban besándose, eso sí que era de otro mundo.
—Estaré esperando mi almuerzo mañana —dijo Lisa al separarse —. Nos vemos, Kim.
Una vez más, Jennie se quedaba de pie al centro de la acera, divisando los pasos de Lalisa alejándose en una dirección diferente a la que ella debería tomar para llegar a casa.
Mientras Jennie caminaba de regreso a su hogar iba rememorando cada acontecimiento del día, y vaya que había sido un día de lo más inusual; desde correr a conseguir una novia postiza a primeras horas de la mañana hasta encontrarla en la persona menos esperada y terminar la tarde besándose con la chica que le sacaba canas verdes, pero eso no era lo más sorprendente, lo que realmente le preocupaba era que le haya gustado.
—¿Qué sigue? ¿Empezar a salir de verdad? —Jennie le dio voz a sus irónicos pensamientos —. Ni de coña, a mí no me gusta Manoban —agitó la cabeza intentando sacar a cierta persona de su mente.
Se repetía a sí misma que no tenía sentimientos por la chica de cabellos dorados, pero se abrumaba recordando las sensaciones que había logrado provocarle con un solo beso y su mente se convertía en un lío.
"Solo besa bien, no significa que me guste" intentaba convencerse de que simplemente era eso, pero vamos, todos sabemos que solo estaba tratando de negar algo que es innegable. No obstante, para Jennie era un argumento más que suficiente para dejar de darle vueltas al asunto, por lo menos en ese momento.
El día siguiente, Jennie no se encontró con Lisa en toda la mañana. Y nunca antes lo había deseado, pero quería verla y quizá que ella le dijera alguno de sus molestos comentarios para poder regresarle uno igual o peor, a fin de cuentas lo único que pedía era interactuar con Lisa y ver su boba sonrisa altanera.
Jennie suspiró recargando la cabeza sobre el pupitre y observó su cuaderno, incluso el dibujo chueco que había hecho en su aburrida clase de sociología se parecía a Lisa. Esa chica estaba tomando cada espacio de su mente.
—¡Boo! —alguien dijo en el oído de la castaña —. ¿Vamos a almorzar? Tengo mucha hambre.
Jennie levantó la cabeza para encontrarse con una rubia sonriente, la observó por unos segundos y sin decir palabra alguna empujó su rostro con una de sus manos porque no podía ser que esa sonrisa suya le hiciera sentir mariposas en el estómago.
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A Little More Jenlisa - One Shots
Fanfiction2do libro de One shots Jenlisa:) Créditos a quien pertenezca el fanart de la portada. PD: Agrega a tu biblioteca para recibir notificaciones de actualización ;)