¿Quieres ser mi novia?

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—Oigan, tengo boletos para el karaoke, ¿vamos después de clases? —dijo Kai mostrándonos los cupones.

Eran un descuento del cincuenta por ciento en dos horas, además incluía algunos snacks de regalo.

—Yo me apunto —habló Go Won.

—Igual yo, no tengo nada más que hacer al salir de aquí —dijo Woojin.

Debíamos esperar los últimos quince minutos y podríamos marcharnos una vez que la campana sonara; el profesor tuvo que retirarse temprano por ciertos asuntos personales, entonces no había nadie a nuestro cargo. Algunos de mis compañeros salieron al patio.

Mis amigos estaban alrededor de mi lugar mientras yo guardaba mis cosas dentro de la mochila.

—Jennie —alguien dijo mi nombre a mis espaldas. Giré medio cuerpo, era Lisa quien estaba detrás —. Se te cayó esto —extendió su mano que sostenía mi estuche de lapiceras.

—Oh, gracias —recibí la cartuchera.

—No es nada —se dio la vuelta y regresó a su asiento.

Vi a la pelirroja tomar sus cosas y salir del aula con total calma.

—Y ahí va Manoban, tan seria como siempre —dijo Go won también observando a la pelirroja.

—Bueno dejando a Lalisa de lado. Entonces, Jennie, ¿te vienes con nosotros al karaoke? —me preguntó Kai.

—Voy a pasar por esta vez —contesté.

—¿En serio? Ya casi nunca quedamos todos juntos —dijo Woojin.

—Lo siento, debo recoger a mi hermana —dije y adelanté el paso.

Mi madre tenía que cubrir horas extras en el trabajo, desde que solo éramos ella, Ruby, mi pequeña hermana, y yo, la situación económica era un poco más complicada para nuestra familia. Yo también tenía un trabajo de medio tiempo atendiendo en una cafetería, por lo que últimamente no contaba con mucho tiempo para compartir con mis amigos fuera del horario escolar.

Llegué corriendo al restaurante, cambié mi uniforme de la academia por el del trabajo y sujeté mi cabello en una coleta alta, un poco desordenada, pero no era tan notorio porque la gorra me ayudaba a cubrirla.

—Puedes jugar en el jardín del frente, pero no te alejes de donde pueda verte —le dije a mi hermana.

Estuve moviéndome de un lado a otro, tratando con un montón de clientes. Casi siempre venían más personas en las primeras tres horas del turno vespertino y el resto del día era un poco más tranquilo.

—¿Qué pasó? —pregunté cuando vi a mi hermana entrar llorando al local —. ¿Estás bien? —me agaché a su altura y la inspeccioné superficialmente.

—Estaba corriendo afuera y tropezó.

Hasta que esa voz se hizo escuchar me percaté de que alguien más estaba acompañando a Ruby.

—Gracias por ayudarla —le dije a la chica que sostenía la mano de mi hermana.

—No ha sido nada, no podía dejarla ahí afuera llorando —sonrió con amabilidad —. Bueno, yo me voy —iba a darse la vuelta para marcharse.

—Espera, quédate un poco —la llevé hasta una mesa vacía —. Traeré algo para agradecerte.

—Vale —dijo tomando asiento.

Terminé el turno y la chica seguía en el restaurante, Ruby se había encargado de mantenerla ocupada jugando con ella. Ambas entraron nuevamente cuando yo estaba preparándome para irnos.

A Little More Jenlisa - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora