A Little More Jenlisa - One Shots

Suave y dulce pt.2

Jennie sostenía su celular entre sus manos mientras estaha acostada en su cama mirando la pantalla con el chat de Lisa abierto, pero sin atreverse a enviarle un mensaje. Por fin tenía oportunidad de disfrutar las vacaciones, después de haber aprobado la materia que tenía pendiente no había nada más que la detuviera de tomarse un buen descanso de la escuela.

Sus amigos le habían dicho de salir y pasar la tarde en un centro de juegos. Dawon y Mino iban a invitar a otros amigos en común, así que Jennie podía extender su invitación a quien ella quisiera y justamente estaba pensando en cierta rubia. Aunque no estaba segura de sí a ella le gustaría acompañarla, no habían hablado desde el último día de las clases, ese en el que presentaron el examen final, que por cierto aprobaron, solo se despidieron y cada quien fue por su lado.

Jennie escribió y borró su mensaje un par de veces, por más sencillo que fuera, no se decidía qué poner en el texto.

—Jennie, necesito que vayas a la tienda —su mamá irrumpió en su habitación sin previamente tocar la puerta o avisar y eso la hizo dar un pequeño brinco del susto.

—Ya voy —respondió y cuando volvió a mirar su teléfono, notó que accidentalmente había apretado el botón para enviar el mensaje que tenía escrito.

Jennie: ¿Quieres salir mañana?

Jennie suspiró y maldijo, pero ya estaba hecho, el mensaje se había enviado y no había vuelta atrás. Se levantó de la cama para buscar una sudadera y bajar para hacer lo que su madre le había pedido.

—Aquí anoté lo que debes comprar —la señora de Kim le pasó a Jennie una nota con la lista de cosas que necesitaba de la tienda —. Toma una bolsa de las que ya tenemos, así no contaminamos más.

—Okay —Jennie recibió la bolsa de tela que su mamá le estaba extendiendo —. Ya me voy.

—Espera —la detuvo —. Jane quiere ir contigo.

—Estoy lista —una pequeña castaña la esperaba al inicio del corredor con una sonrisa adorable, sosteniendo los tirantes de su mochila con estampado de ranita. Esa niña amaba los objetos con forma de ranita por sobre todas las cosas, incluso su gorrito verde tenía la misma figura.

La apariencia adorable venía de familia.

—Bueno, entonces vámonos —Jennie estiró su mano para su hermanita, quien la tomó entusiasmada —. Volvemos en un rato —le dijo a su mamá.

—Tengan cuidado —las acompañó hasta la puerta —. No hagas travesuras, Jane —le advirtió a la pequeña.

—No, mamá —le mostró sus dientes al sonreír.

Caminaron todo el trayecto hacia la tienda tomadas de las manos, era como ver a Jennie y su miniclon andar juntas por la calle. La tienda solo estaba a tres calles, les tomó poco más de cinco minutos llegar considerando los pasos cortos que daba Jane con sus piernitas.

—Buenas tardes, bienvenidas —el cajero las saludó cuando cruzaron la puerta que se abría automáticamente.

—Hola, buenas tardes —Jennie regresó el saludo y se desvió por uno de los pasillos en busca de lo que venía marcado en la lista que su madre le dio.

Su vista vagaba por los estantes intentando localizar los productos que necesitaba. Estaba tan enfocada en hacer la compra que no se percató del momento en el que Jane soltó su mano y se alejó inspeccionando con curiosidad a una pareja de chicas que andaba por el mismo pasillo.

—¿Tú también te perdiste en el súper? —Jane ladeó su cabeza y preguntó a la chica de estatura más baja en la pareja.

Ambas chicas se miraron una a la otra sin entender mucho.