Luvapp

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En las calles, en las escuelas, las oficinas, los parques y en cualquier lugar se habla de una aplicación que lanzaron recientemente para teléfonos móviles llamada "Luvapp", es algo así como las típicas apps para citas y encuentros con otras personas, pero la diferencia es que esta está especialmente diseñada para "rentar" a una pareja.

Que estúpido. ¿Quién le pagaría a alguien para que salga con él o ella?

—¿Jennie, ya descargaste la app? —me pregunta Rosé.

—Sí, ¿y tú? —ella asiente.

Vale, soy estúpida, yo pagaría para tener una cita con alguien.

—Mira, ella es guapa —dice Rosé.

Miro la foto de la chica en el celular de Rosie.

—Sí, pero no es mi tipo.

—¿Entonces cuál es tu tipo? —pregunta desplazando a la siguiente persona dentro de la app.

—Ni idea —me alzo de hombros y ella gira sus ojos.

—¿Por qué no intentas la función aleatoria? —me propone.

—¿De qué trata? —cuestiono interesada.

—Pagas y el servidor te genera una cita con una persona al azar. Es más barato que el elegir a alguien en específico —me explica.

Sería algo arriesgado, pero supongo que no pierdo nada por intentarlo, además de unos cuantos dólares, pero de ahí en más nada.

En mi celular le doy al pequeño botón con dibujo de un par de dados verdes y espero a que lance el resultado.

"Felicidades, tienes una cita con Tzuyu"

El mensaje aparece abarcando toda la pantalla acompañado de globos y fuegos artificiales.

—Chou Tzuyu —leo el nombre completo de la taiwanesa —. No está mal.

En sus fotos se ve bastante bonita.

Se supone que debemos vernos mañana en la plaza central de la ciudad. La verdad es que no estoy tan ansiosa, digo, sí me gustaría conocerla y salir, pero tengo bien sabido que las relaciones que inician a través de una plataforma no duran mucho o no son lo que uno espera.

Rosé también va a encontrarse con Jisoo, una chica coreana dos años mayor que ella y está emocionada hasta los cojones, no le para la boca para hablar de esa mujer. De hecho, es por ella que estamos en el centro comercial, para comprar ropa e impresionar a las chicas.

—Va a caer rendida a mis pies —expresa Rosé mirando su atuendo en el espejo del probador de ropa y posando de mil y una formas.

—Creo que la que cayó rendida es otra —la molesto.

—¿Qué vas a comprar? —pregunta comenzando a cambiarse a sus prendas iniciales.

—No sé, mi closet podría reventar con tantas cosas que guarda dentro —salgo del vestidor con Rosé detrás mío.

Luego de pagar los artículos de Rosie fuimos a un local para comprar algo de beber, y como yo era la de las manos vacías mi amiga decidió que tenía que hacer fila mientras ella descansaba su trasero cómodamente en una de las mesas del lugar.

Llegó mi turno para ordenar. Cuando tengo las bebidas en manos giro sobre mis talones para ir a con Rosé, pero en el camino una chica tropieza y termina empujándome, lo que causa que el líquido dentro de los vasos se dispare y aterrice en la ropa de otra persona y en la mía también.

Rayos.

—Ay, por dios —en el lío que acabo de meterme.

Para colmo el verdadero culpable salió huyendo como el gallina que es.

A Little More Jenlisa - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora