A Little More Jenlisa - One Shots

Baile prohibido pt.2

—¿Cómo van las cosas con tu novia? —Eunwoo pregunta cuando llego a su lado.

—Jennie no es mi novia —guardo mis vendas y zapatos en la mochila.

—Pues casi que sí, eh. Vives con ella, se besan y te lleva a todos lados en su auto —empuja mi hombro con el suyo.

—No nos besamos —lo corrijo.

—Ya, pero eventualmente pasará —se encoge de hombros —. ¿Por qué estás tan enfadada?

—Estoy agotada —me recargo en los casilleros —. Casi no he podido dormir.

—Dile a Kim que te abrace y te lea un cuento —se burla.

—Voy a golpearte.

Eunwoo suelta una carcajada y retrocede unos cuantos pasos.

—Han pasado casi tres semanas y mi mamá ni siquiera me ha llamado —digo mirando al suelo —. Seguro que está feliz ahora que solo tiene a Yoon y ya no necesita hacerse cargo de mí.

Y no es que quiera regresar a casa, de hecho estoy bastante bien por mi cuenta; claro que es más pesado y agotador, pero puedo adaptarme. Sin embargo, creí que ella estaría aunque sea un poco preocupada por mí. Pensé que tal vez me enviaría un mensaje para preguntar si estoy bien o en dónde me estoy quedando, pero no, aparentemente le da igual lo que venga pasando conmigo.

—No digas eso —Eunwoo tira de mí en un abrazo —. Nadie estaría feliz de perder a una persona tan maravillosa como tú.

—Voy a llorar por tu culpa —hago un puchero.

—Mejor que no porque ahí viene Jennie y me va a matar por hacer llorar a su novia —me separa de él.

—Ya te dije que no somos novias —le recrimino.

—No todavía —dice Jennie pasando por un lado —. ¿Te espero en el auto? —se detiene en la salida de la sala de baile.

—Ya voy —respondo con las mejillas encendidas en carmín.

Jennie asiente y sigue su camino fuera del estudio. Volteo a ver a Eunwoo, el tiene la cara adornada con una sonrisa de emoción.

—Tiene iniciativa —dice levantando los dedos pulgares en aprobación —. Ya vete, no hagas esperar a tu novia.

Giro los ojos juguetonamente, claro está que Eunwoo no va a parar con eso.

—Nos vemos —me despido.

Salgo de la academia y diviso el auto de Jennie estacionado en la acerca al otro lado de la calle; miro hacia ambos lados del camino antes de correr para cruzar.

—Hola —saludo entrando al vehículo.

—¿Lista para ir a casa? —pregunta Jennie mostrándome una cálida sonrisa.

—Lista —digo sonriendo de igual manera que ella y me ajusto el cinturón de seguridad antes de que arranque.

Vamos por las calles usuales, sorprendentemente no hay mucho tráfico, así que seguramente nos ahorraremos varios minutos de camino hasta la casa de Jennie.

—¿Ya terminaste tu vestuario para la competencia? —pregunta Jennie cuando bajamos del auto para entrar en la casa.

—Sí, solo tengo que comprar más vendas porque las que tengo ya están muy viejas —respondo —. Y además, no es una competencia.

—Si hay una bonificación al final sí es una competencia —argumenta. Tiene lógica —. Y no creas que voy a dejar que ganes solo porque me gustas.