A Little More Jenlisa - One Shots

Esperar por ti

Hoy después de siete años vuelvo a encontrarme con el país en el que viví desde los catorce hasta los veinte años; nunca pensé que tendría que regresar, sin embargo ciertas circunstancias son las que me han traído de vuelta.

En el aeropuerto tomé un taxi que me dejó en la estación de autobuses; es algo nostálgico recorrer las calles que antes solía transitar, las cosas no han cambiado mucho por aquí. Bajo en la parada más cercana a mi antiguo hogar. Recuerdo el camino que tengo que hacer, tres calles de frente, una a la izquierda y una a la derecha; o quizá eran dos a la izquierda.

—Mierda —musito revisando mi celular.

La conexión siempre ha sido mala en este lugar.

—¿Perdida? —alguien pregunta a mis espaldas. Tiene una voz suave que me suena familiar.

Me giro para encontrarme con la persona responsable de esas palabras.

—¿Jennie? —sonrío ampliamente.

Es tan hermosa y radiante. No pensaba encontrarme con ella tan pronto.

—Hola —sus ojos se achican cuando sus labios se curvan en una sonrisa —Parece que olvidaste el camino a casa.

—Sí —digo rascando mi nuca —¿Crees que puedas ayudarme con eso? —Jennie asiente con la cabeza.

Voy tras de Jennie siguiendo sus pasos, las ondas de su oscuro cabello adornan sus hombros y su angosta espalda, camina delicadamente con la postura perfecta. Carga con una bolsa en cada uno de sus brazos.

—Lo siento, ¿quieres que te ayude a llevar las cosas? —me ofrezco alcanzándola.

—No, te ves muy bien en ese traje como para arruinarlo —declina.

—No importa —de igual forma le arrebato una de las bolsas.

Dos calles de frente, una a la izquierda y dos a la derecha; procuraré no olvidar esa información una vez más, puede que la próxima vez Jennie no esté para rescatarme.

Soy capaz de observar mi casa a menos de una calle, justo al frente de la de Jennie; aun puedo vernos conversar en el enorme árbol al centro del camino, me alegra que no hayan permitido derrumbarlo.

Dejo mi maleta en el pórtico mientras Jennie busca las llaves en su bolso, antes de que ella pueda abrir la puerta por su cuenta, alguien más se adelanta desde adentro.

—¡Mamá! —una pequeña niña se lanza sobre el cuerpo de la castaña.

—Hola, bebé —Jennie deja la bolsa de compras sobre un mueble de la entrada para elevar a la menor.

Es una escena adorable, Jennie sosteniendo a la pequeña entre sus brazos y repartiendo besos por toda su cara mientras esta ríe diciendo que le hace cosquillas.

—¿Quién es ella? —la niña pregunta a su madre mirándome con sus ojos curiosos y ladeando su cabeza.

—Hola, pequeña —me inclino a su altura —Mi nombre es Lisa, ¿cuál es el tuyo?

—Lili —responde.

—¿Lili? —la castaña menor asiente felizmente. Volteo para ver a Jennie, ella desvía sus ojos de los míos y centra su atención en su hija —¿Quieres jugar conmigo?

—Ahora no, cariño, ella tiene que hacer otras cosas —una mueca triste se hace notar en el rostro de Lili al escuchar las palabras de Jennie.

—No te pongas triste, Lili —no sabría describir la sensación de pronunciar ese nombre cuando antes Jennie solía usarlo para mí —Vendré más tarde, ¿de acuerdo? —sujeto su pequeña mano.