🤴Capítulo 11🤴

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Emperador Sovieshu

Desde ese día en el que tuve que dejarlas dio inicio a la guerra.

Perdí aliados y gane enemigos pero sobretodo pude proteger a mi gente.

La gente de mi Imperio logró salir al tiempo o por lo menos la mitad de ellos.

- sabes la extraño mucho - bufo Heinrey mirando al cielo.

Lo entendía, han pasado 3 años sin ver a nuestras esposas y es una locura.

Nuestros hijos deben tener 3 años y no hemos podido asistir a sus cumpleaños por la guerra.

- mañana partimos al reino - lo animé un poco.

Hemos recuperado el Imperio de Oriente y aunque aún hay varios enemigos que quedaron están siendo aniquilados con éxito.

- terminamos estos papeles y nos ponemos en marcha -

Los dos seguimos con los papeleos importantes, luego de nuestra caída, muchos reinos quisieron romper lazos con nosotros.

Tenemos que volver a renovar los contratos.

- todas las tropas vayan hacia el Reino de los Magos!!! - escuché gritar a un guardia desde afuera.

- su majestad los demonios han llegado al reino de los magos y no sabemos el paradero de las reinas sólo que vieron un carruaje salir de los terrenos -

Eso era más que suficiente.

Conocía a mi mujer como para saber que era muy probable que se hubiera ido al sentir la presencia o eso esperaba.

- en ese caso pónganse en marcha y por favor refuercen la seguridad de los calabozos tememos que todo haya sido un plan de las parcas -

Ordené para junto a Heinrey salir en busca de nuestros caballos.

En el calabozo teníamos a las parcas, los mercenarios del bosque negro y al duque encerrados.

- dejó al guardia Giyu a cargo de todos ustedes - nombré a uno de mis guardias personales más leales.

Todos asintieron sin reproches y nos pusimos en marcha al reino.

- no debemos parar para nada y seguir así al menos nos llevaría menos de lo normal - dijo Heinrey galopando más adelante.

Seguí su orden, si seguimos así pero tomamos descanso nos llevaría más de 4 días en llegar y por el momento no podíamos darnos ese lujo.

- cuidado!!! - aviso uno para darnos vuelta y ver a los demonios acercarse.

Hace cuanto que la raza demoníaca no daba indicios de seguir vivos, si bien eso fue hace más de dos décadas por que salir ahora?

Los demonios no llegaron a rosar nuestros cuerpos.

El grupo de magos apareció detrás de ellos y nos salvo.

- El rey Bartra nos ha traicionado su majestad - habló uno de los magos.

Nuestras tropas pararon ante aquella confesión.

El rey Bartra? Ese mismo viejo que le dio alojo a ellos cuando no tenían nada que ver.

La persona en la cual confiaban, por qué alguien como él nos haría eso.

Todo estaba confuso y nada me hacia sentido.

Primero tanto las parcas como los mercenarios llegaron sin aviso previo y cabe aclarar que los mercenarios estaban de nuestro lado.

Luego la raza demoníaca despierta y el rey bartra dio un golpe de estado a sí mismo.

Tenía una cierta posibilidad de saber quien podría haber causado esto.

- mis queridos magos ¿han escuchado sobre las diosas? - pregunté un tanto intrigado.

Ellos lo negaron pero uno de sus aliados que venía un poco más atrás me respondió.

- su majestad, las diosas se extinguieron hace muchos años luego de derrotar a los demonios - respondió el mago.

Algo dentro de mí me decía que eso no era verdad.

- entiendo, como sea, agradezco que nos hayan salvado pero debemos seguir nuestro camino - pedí para querer empezar a cabalgar pero los magos me detuvieron.

- no deben ir - volvieron a pedirnos.

Maldita sea!!!

- rápido!!! - grite para que cada uno se dispersara por el gran terreno.

Ellos no eran magos y nada de lo que había pasado fue hecho por gente normal.

- es un gusto para Rashta ver nuevamente a su majestad!- escuche esa voz otra vez.

Como lo suponía ella jamás fue humana.

- Rashta se siente triste por que su amor no es Correspondido pero hará lo que sea necesario para que El Emperador la amé -

Maldita perra si la hubiera decapitado esto no estaría pasando.

- luz eterna -

Una luz brillante venía en mi dirección y tuve que saltar del caballo.

Heinrey se mantenía peleando con otros dos dioses.

- ¿por qué lo haces? - pregunté escondido detrás de una roca.

Escuchaba caminar a la perra.

- su majestad Rashta es buena para ser Emperatriz necesito que me tomé y haga lo que guste conmigo -

Como podía decir esas cosas, tan poco amor propio se tenía.

- flor del amor!! - ahora recitó otro hechizo o poder.

Empezaba a marearme y su voz se hacía más melodiosa, sentía que me atraía esa voz.

- no concéntrate solo quiere hacerte caer -

Tape mi nariz con la túnica.

- bajo un hechizo ahora estás.....sentirás amor y caerás ante mis pies -

Debía resistir su voz era tan encantadora.

- no puede contra mí su majestad, pronto sería mío y nadie podrá separarnos -

Negué en repetidas ocasiones.

Solo amo a una persona y se llama Leonor Clifford, la mujer de mis sueños y única en mi vida.

- es ahora o nunca!!! -

Dije en mi mente para aventarme hacía la cascada que estaba a unos metros de mi.

Corría lo más que podía sin mirar atrás, escuchaba sus pasos acercarse con velocidad.

Estuve a punto de saltar cuando algo golpeó en mi cabeza y lo único que escuché fue.....

- eres mío -

Yo no podía caer de esta manera, yo debía ir a salvarla.

Tenía que ir por mi Leonor no podía haber sido derrotado así.

Alguien venga por mí........



















¿Que tal les pareció el capítulo?

Espero haya sido de su agrado.

La verdadera Emperatriz / Sovieshu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora