La aventura continua

Internado con Nighteye

Los días pasaron de forma tranquila, Aizawa les había dicho a los estudiantes que solo pueden hacer el internado con las agencias que tengan un buen nivel de vigilancia y seguridad debido que los índices de villanos están en incremento a lo que los chicos asintieron.

Durante todo el día Mirio les comento a Midoriya y Yoshitsune que ya hablo con Nighteye acerca de su estadía con él y el héroe acepto, según Mirio no fue fácil convencerlo, pero le dijo que quiere conocer a los chicos al día siguiente del medio día a lo que ambos asintieron afirmando que irían con él para conocerlo, Mirio se fue diciéndole que los quiere a las diez y treinta de la mañana en la entrada, ambos asintieron y gritaron confirmando que hay estarán.

El resto del día no hubo muchas complicaciones con las tareas, algunos estudiantes ya lograron conseguir el lugar para su internado mientras que otros no lograron encontrarlo.

Al día siguiente.

Por fin el fin de semana había llegado por lo que los estudiantes desearon disfrutar de ese día tranquilo, en la planta baja, Kaminari y Mineta se cepillaban los dientes mientras que Tokoyami y Kirishima estaban sentados en una de las mesas frente de ambos chicos acompañados de un vaso con agua, los cuatro se encontraban platicando tranquilamente cuando vieron pasar a Midoriya y Yoshitsune corriendo como alma que se lleva al diablo con el uniforme de la escuela y sus mochilas en la espalda.

El peliverde y el pelirrojo habían quedado en verse con Mirio en la entrada de la escuela a las diez y treinta, pero se les hizo tarde debido que Midoriya se había quedado dormido por lo que llevan quince minutos retrasados, corrían con todas sus fuerzas rogando que Mirio aun este en la entrada, y como si sus plegarias hubieran sido escuchadas el rubio aún estaba hay parado con su típica sonrisa.

-Llegan tarde chicos – fue todo lo que dijo al ver jadear de cansancio a sus nuevos amigos.

-Díselo a Midoriya que se quedó dormido.

-No estoy acostumbrado aun a levantarme temprano los fines de semana Artur.

-Pues casi perdemos a Mirio por tu culpa, démosle gracia que nos esperó o si no le estaríamos dando una mala impresión a Nighteye y la verdad soy muy joven para morir.

-Bueno, bueno dejemos ya esta discusión – comento Mirio dando media vuelta – ahora vamos que llegaremos tarde.

Los menores asintieron y siguieron a Mirio hacia el estación de trenes para que lleguen más rápido a las oficinas de Nighteye, durante el trayecto Mirio les pregunto a los chicos acerca de los movimientos que hicieron cuando lo enfrentaron hace unos días a lo que respondieron que cada armadura posee una habilidad única que solo se puede activar cuando el portador esté en peligro extremo o tenga un objetivo y determinación en específico, sin embargo, las habilidades únicas de las armaduras consumen demasiado poder mágico por lo que tanto Temperantia como Butterfly les dijeron que no lo usen constantemente hasta que estén acostumbrados por completo con las armaduras.

Mirio solo asintió y siguieron platicando por un buen rato, después de una hora los chichos ya estaban frente de la oficina de Nighteye

-Esta es la oficina del señor Nighteye.

-Si que es grande la oficina, aunque creí que sería más grande.

-Por fuera lo ve así, pero por dentro es más grande de lo que parece Yoshitsune-kun.

-Llámame mejor Artur, no estoy acostumbrado a que me digan así.

El rubio asintió y volteo ver al peliverde quien parece que en algún momento va a tener un ataque de pánico.

-Midoriya-kun no se ponga nervioso en estos momentos, además cuando estemos frente al señor no sean formales, el señor es bastante estricto por lo que mejor no lo hagan enojar.