El Secreto De Hiccup Haddock (Hiccelsa)

Capitulo 15: Hogar

Los días pasaron para esta joven pareja, que empezaban los primeros días de su relación.
Aunque las cosas aun seguían inquietas, después de todo una chica había muerto y eso alteraba mucho al pueblo, sin embargo era obvio que fue la organización de Drago pero ¿Quién exactamente?.

Hiccup por un lado se sentía aliviado porque desde hace mucho tiempo en su vida no se había sentido completamente a salvo y feliz.
Sin embargo había una pequeña espina que le molestaba y esa espina se llamaba Eugene, talvez pareciera un ñoño chico con honores pero era más deductivo y sigiloso que muchos otros por eso se gano su puesto, incluso más que el padre de Elsa.

Como dicen el alumno supera al maestro.

Narra Hiccup.
Me despedí de Elsa con un suave beso en sus labios, cálidos y suaves, como desearía quedarme en este momento para siempre.

- Suerte con tu familia. - Me dijo y me despeino el cabello, estirando su brazo hacia mi cabeza.

Se siente bien contarle algunas cosas, no todo pero si lo necesario. Sonrió para si mismo aunque era un hipócrita, tener ciertos momentos de sinceridad le hacían recordar que el no era como su familia, el era mejor.

Tome mi auto y conduje hasta el departamento de mi y mi hermano, quien me esperaba como si de un León casando su presa fuera.

- Últimamente llegas tarde. - Dijo Hans con cierta seriedad.

"Hans no puede enterarse que salgo con Elsa, o por lo menos no aun."

- ¿Qué me extrañaste? - Dije burlón y este fastidiado bajo del departamento.

- Vamonos ya, sabes que a padre no le gusta esperar. - Tome una bocanada de aire y camine hasta mi habitación por mi lapton y algunas cosas, no llevábamos ropa porque teníamos todo en esa mansión.

Asegure el departamento y coloque llave, baje hasta el auto donde Hans se encontraba en el asiento del copiloto, un tierno y nostálgico recuerdo paso por su cabeza, cuando Hans siempre se sentaba a su lado en cualquier cosa, siempre buscaba su compañía y el igual, hasta que todo cambio.

- Hiccup, vamos ya que tengo prisa. - Repitió Hans, borrando mis pensamientos.

Subí al auto y lo encendí, conduje hasta el aeropuerto donde dejamos el auto y abordamos en nuestro avión.

Ya en la casa...

El viaje llevo unas cuantas horas,  una vez en la puerta de la sombría mansión en medio de un gran bosque. Recordó lo mucho que odiaba su casa, fría, silenciosa y sin alma.

"Hogar dulce hogar, será una semana muy larga."

- Señores es una alegría tenerlos devuelta. - Saludo el mayordomo, en la entrada de la mansión, como era de esperarse Hans paso sin percibirlo entro en busca de su habitación.

- Buenas tardes, Michael - Le salude. - ¿Cómo están todos? - Pregunte, Hans bufo y continuo con su camino.

- Muy bien, con el frio de costumbre. - Respondió Michael.

- ¿Dónde esta mi padre? - Pregunte y pegue una ojeada por todo el lugar, no cambio en nada más que unos cuadros.

- Salió un momento para reunirse con unos colegas. - Respondió y asentí con la cabeza. No era nuevo que no este presente, pero no lo veía hace ya hace un tiempo, no estaría mal poder verlo o que alguien nos recibiera. - Sin embargo, Alicia lo espera en la cocina. - Añadió Michael como si mi pensamiento leyera.

Alicia era una señora de 60 años, de pelo castaño y baja estatura, que servía en la casa ya 30 años, era de suma confianza para la familia, al igual que la mayoría que trabajaba en la mansión, pero sin duda Alicia es como una madre para mi, siempre cuido de mi. Siempre me contaba las historias de como su madre manejaba antiguamente el viñedo antes de que su padre lo convirtiera en algo mas que un simple viñedo.