El Secreto De Hiccup Haddock (Hiccelsa)

Capitulo 19: Hogar

Narra Hiccup.

Había llegado por fin, quería darle una sorpresa a Elsa, así que conduje hasta la Universidad aunque no tenía clases hasta la noche, quería ver a Elsa antes de que ella entrara a sus clases.

Al fondo vi a una albina caminar por los pasillos, siempre con su cara delicada y tranquila, con su optimismo de siempre y feliz saludando a todos, me acerqué cautelosamente a ella y la agarre por detrás de la cintura lo cual casi provoca que me rompa la nariz.

- ¡Hiccup Haddock! ¿Jamás te dijeron que no te aparezcas así? Casi me matas y casi te mato. - Dijo algo asusta mientras me veía, pero su cara cambió a una sonrisa. - Te extrañe. - Dijo y me abrazo con fuerza.

- Yo a ti copito. - Dije mientras la abrazaba y daba pequeños besos en su frente para después darle un cálido beso en sus labios, el cual fue recibido de la misma manera.

- Tienes que contarme todo, ¿Cómo te fue? - dijo Elsa separándose del beso.

- Tengo mucho que contar. - "o mentir" - Por donde empezar..- Dije pensativo.

Le conté el viaje, sobre mi nana, sobre los caballos, una ligera mentira sobre qué mi padre y yo salíamos de noche acampar, porque no creo que le agrade la idea de que de noche estábamos organizando cuestiones sobre la droga, hablando con gente peligrosa y golpeándote con tu hermano, y ni hablar de la horrible conversación que tuvieron acerca de ella.

- Pero que bonito, me pone muy feliz escuchar que pasaste tiempo con tu familia. - Dijo Elsa para después darme un beso en la mejilla. - Cierto tengo algo que preguntarte.. -

- Claro dime. - Respondí mientras acariciaba su mejilla.

- Mi padre esta de regreso y realmente quería que el te conozca, y estaba pensando en cenar una juntos, los 3 ¿Qué opinas? - Dijo Elsa como una niña, tenía un brillo en sus ojos tan tierno, me acerqué a ella y con delicadeza le di un tierno beso.

Aunque mis pensamientos me decían que no, al terminar el beso. Le mentí.

- Me parece increíble copito, tengo ganas de conocer a tu padre. Y ganarme ya unos puntos con mi suegro. - Dije riendo y ella me abrazo feliz.

"Soy un idiota, pero por lo menos logré que mi padre ya no esté pendiente de ti."

- Entonces, ¿Qué tal mañana? - Preguntó Elsa entusiasmada. - Ven a mi casa, vamos a comer tacos. - Me sonrío y acentí con mi cabeza para después darle un cálido beso.

Al día siguiente...

Narradora

Elsa estaba tan feliz, ayer en la mañana llego su novio y en la noche llego su padre, y hoy iban a cenar todos juntos. Por un lado se sentía algo extraña, tan ilusionada y sensible que por un momento tuvo miedo que todo se desmoronará, pero se dejó llevar de ese sentimiento tan ensordedor y nubloso, llamado amor.

- Elsa, ¿Compraste gaseosa? - Dijo Agnarr, el padre de Elsa, mientras revisaba en la refrigeradora.

- Sí, esta ahí. - Respondió Elsa acomodándose el cabello y Agnarr buscó detenidamente en la refrigeradora hasta que encontró y la sacó con un baile de gloria, hace mucho que no tomaba gaseosa.

El timbre sonó y Agnarr se acercó hasta la puerta, y abrió topándose con un alto castaño, lo observó fijamente.

- Buenas noches Señor Arrendell, un gusto soy Hiccup Haddock. - Dijo Hiccup con seguridad y firmeza.

- Un gusto Hiccup, Dime Agnar. - Dijo Agnar con la misma seguridad y estrecho la mano de Hiccup. - Adelante, pasa. Eres bienvenido. - Le dedicó una gentil sonrisa.