Capítulo 20: Estoico Haddock

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Hiccup pensó que solo se acercaría lo suficiente para conocer algunas cosas, la semana paso algo alejado de Elsa, para que lo olvidará un poco pero no pudo evitar el resto de semanas alejada de ella.

A pesar de sus intentos por alejar a Elsa, cenaba casi todas las noches con ellos y su relación con Agnarr era más grande.

- ¿Cómo supiste que ser poli era lo tuyo? - Pregunté en medio de la cena.

- Nunca lo supe, la primera vez que entre estaba asustado. - Dijo Agnarr sonriendo. - que incluso me encerré en el baño de lo asustado que estaba. -

Dió un mordisco a su pizza y sonrió nostálgico.

- Era un reto, hasta que llegue a un punto dónde pensaba dejarlo pero ¿Sabes que es lo mejor de arrestar narcos? - Observó a Hiccup y este nego con la cabeza. - quitarles todo, todo ese trabajo sucio por el cual se formó su imperio. Personas como ellos son sanguinarios y nunca les tembló la mano para matar hombres, mujeres, niños...y el hecho de ver en sus rostros desmoronarse es lo mejor. - Dijo Agnarr con cierta satisfacción.

- Fue en ese momento que entendí que esto era lo mío, y que haría lo posible para mantener a las personas lejos de personas como esas, y que me encargaría de quitarles todo ese dinero sucio. - Añadió Agnarr y Hiccup sintió un escalofrío, jamás su padre había mostrado emociones pero sabía que hasta a él se le escaparía el alma, si todo se derrumbará.

- Eso es interesante. - Dijo Hiccup para amortiguar el mal sabor de boca que tenía.

- Cada narco tiene su forma de trabajar pero créeme hijo, a ninguno de ellos les tiembla la mano. - Le dio un sorbito a su bebida.

- Seguramente, no. -

- Yo conocía a Drago Manodura, estaba en mi universidad. -

- ¿Enserio? - Pregunto Elsa exceptica.

- Sí, pues era un chico algo raro, aislado, callado, que se junto con las personas equivocadas, pero que nadie imaginaria que el se iba a convertir en un reconocido narco. - Dijo Agnarr sorprendido. - Y que ahora me traería tantos problemas. - Negó con la cabeza algo fastidiado.

Hiccup nunca se había imaginado a su padre de joven, pero no lo imaginaba así.

- Pero bueno he hablado demasiado chicos, estoy agotado. - Dijo Agnarr bostezando, y levantandose de su silla. - Voy a descansar, tengo una larga jornada. - Se despidió de Elsa con un beso en la frente

- Descanse Señor Agnarr. - Dijo Hiccup y este subió por las escaleras, dejándolos solos.

Hiccup observó a Elsa, y ella le dedicó una dulce sonrisa, cómo solo ella sabía hacerlo.

- Talvez estés agobiado por estás cenas, pero hey si quieres podemos cenar una noche solo tu y yo. - Dijo Elsa sonriendo. - Mi pa aveces se va de largo conversando. -

"Para mí mejor." Pensó Hiccup.

- Hey, está bien. - Dijo mientras se acercaba para acariciar el albino cabello de Elsa. - Me encantan estas cenas. -

Se observaron fijamente, y Hiccup lucho contra la tentación de besarla pero sus intentos por alejarla no eran los mejores, acercó su mano hasta el cuello de ella y la acercó para depositarle un dulce beso en sus labios, sintió una corriente cuando ella coloco sus brazos en su pecho, tan delicados y ligeros, así que con su otra mano la apretó un poco más hacia el para besarla con más fuerza. Lentamente se separaron del beso soltando su agarre, aunque en su interior se negaba a soltarla.

- Si un beso como estos me espera todas las noches, yo no tengo problema en venir todas las noches. - Dijo Hiccup, causando una risa en Elsa.

- Entonces estás invitado. -

El Secreto De Hiccup Haddock (Hiccelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora