Capítulo 7

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Alexey Kozlov.

Su delicado cuerpo tiembla en mis brazos, las preguntas me carcome la cabeza.

¿ Que le sucedió?
¿ Quién fue la persona que le hizo daño? ¿ Aun vivirá esa persona? Y sí es así tiene sus días contados.

Jamás me imagine que ella sufriera ataques de pánico, sé muy bien que esto en parte es mi culpa, yo fui la persona que hizo que sus recuerdos volvieran con mis advertencias hacia mis hombres.

Medición yo mis putos celos, pero no siempre fui así, fue ella que me convirtió en él hombre que soy hoy, alguien sin escrúpulos sin miedo a la muerte; si remordimientos.

Todo es culpa de ella, maldita sea la hora en la que me enamore de ella; era tan solo un mocoso, que engaño tan fácil.

- Alexey- su dulce voz me saca de mis pensamientos y recuerdos.

- ¿ Dime? - limpio sus lágrimas.

- ¿ Alguna vez alguien te daño ? - sus ojos verdes azulados me observan con cautela.

Tengo la opción de mentir, pero no lo haré, bajo la vista y me siento tan idiota que me hayan engañado y no darme cuenta antes.

- Sí, me dañaron y me usaron para su beneficio - trago en nudo en mi garganta.

- ¿ Quién te hizo daño? - la pregunta que nunca he respondido a nadie.

Y no sé por qué siento que a ella sí le puedo decir todo, pero no quiero que salga huyendo.

- Algún día te lo diré, pero te contare mi historia- me acuesto en el respaldo de la cama y la halo para que ella este cerca de mi.

La abrazo con fuerza.

- Ser el líder de la Bratvá no es fácil, y llegar a convertirse en un líder es aun más difícil - digo mientras trato de tranquilizarme.

-¿ Por que? - pregunta mientras se abraza más a mi cuerpo.

- Por que ser un líder debes defenderte de tus enemigos, pero llegar a serlo es aun más difícil, muchos quieren tu cabeza por ser el siguiente, pero también debes ganarte la confianza de tu gente debes demostrar ser confiable, ser respetado debes aprender a no tener miedo a nada, y sí es posible no tener alma.

Sus ojos me observan con cierta duda, es muy inteligente.

- No sigas me dirás todo a su tiempo, yo también te diré mi pasado - besa mi mejilla mientras se esconde entre mis brazos.

Pasan unos minutos en silencio.

- Gema - susurro.

- Hmm - se queja levemente.

- Sí yo te digo una mentira, ¿ me perdonarías ? - se incorpora en la cama.

- ¿ Por que me preguntas eso? ¿ piensas mentirme ? ¿ o ya me mentiste ? - trago grueso.

Lo siento Gema, pero sí debo mentir o matar por tenerte a mi lado, lo voy a hacer sin dudar.

- No, solo preguntaba- la halo de sus brazos y la envuelvo en los míos.

- Más te vale - susurra para abrazarme.

Lo siento, pero es necesario.

(***)

No recuerdo cuando fue la última vez que dormí tan bien, sin pesadillas ni recuerdos de mi oscuro pasado.

El olor a café recién hecho llega hasta mis fosas nasales.

- Buenos días mi ruso gruñón - su delicado aroma a fresas invade mis sentidos.

Abro mis ojos y lo que mis ojos observan en la imagen más hermosa que he visto en mi vida.

Sus manos sostiene una taza de café humeante, me regala una sonrisa.

- No me digas gruñón que no soy, pero sí soy tu ruso - le sonrió, voy hasta el baño a lavar mis dientes.

- Sí eres gruñón - afirma mientras me sigue.

- No lo soy - digo terminado de lavar mis dientes.

Me tiende la taza de café, la tomo en mis manos, ella se aleja dos pasos; pero antes que se aleje más la tomo de la cintura y la pego a mi.

Besos sus labios con hambre y sed, mi lengua invade su deliciosa boca, besar sus labios serán mi pasatiempo favorita.

Coloco la taza de café el algún lugar, tomo sus piernas y ella la enrolla en mi cintura, mis manos traviesas rozan sus muslos, mi mano derecha sigue el camino.

- Alexey...- jadea agitada.

Dejo sus labios para dirigir mi boca a su cuello, beso el valle de sus senos, ho Dios mio, estoy en el puto cielo.

Camino con ella hasta la cama, el vestido que cargaba ahora se encuentra en el suelo, su delicado cuerpo tiembla en mis brazos, mis labios sobre los suyos callan sus gemidos de placer.

La ropa que existía entre nosotros ya no existe, no hay nada que me impida ver la belleza de mujer que tengo, por ahora ella es mi mujer solo mía.

- Gema - le llamo mientras acaricio su mejilla derecha.

- ¿ Te cuidas ? - pregunto cuando al fin me observa.

Sus mejillas se colocan rojas, eso me da una respuesta.

Pero ella lo confirma.

- Nunca he estado con alguien- bajo su mirada.

Joder quiero gritar como un jodido cavernicola, soy su primer hombre y seré en último.

Tomo su barbilla con delicadeza, sus ojos verdes azulados me observan.

- No tienes por que sentirte mal o avergonzada ¿sí? - asiente.

Busco un preservativo, cuando lo tengo me dispongo a colocarlo.

- No quiero que uses eso - su voz llena de timidez se escucha.

Asiento, besos sus labios con amor, mi pequeña Gema tú nombre te describe como tal.

(***)

Este capítulo esta dedicado a mi amiga Ashley, te quiero un montón besos.

No narrare escenas de sexo, no soy buena en eso así que no.

Además esta historia creo que la lee una persona que conozco así olvídalo.

A su imaginación niñ@s mal@s .

Ja ja

Lo siento por perder tanto tiempo pero aquí estoy de nuevo con este hombre caliente.

Besos y gracias por leer y votar.

Gracias.

Mi Doctora Perfecta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora