sᴇʀᴇɴᴅɪᴘɪᴀ |
"~ Hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta ~".
Ella tuvo una vida difícil y con dieciséis años tuvo que hacerse cargo de su hermana menor, evitando que las separen y las envíen a un orf...
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❝ CITA ROMÁNTICA ❞
-Sam, me voy a caer.
-No lo permitiré.-dijo en un susurro cerca de su oído ocasionando que a la castaña se le erice la piel.
-¿No me dirás a donde me llevas?-pregunto Araceli.
Sam tapaba los ojos de Araceli con sus manos mientras la guiaba intentando que no tropiece en el intento. Habían dejado a Melina junto a Paul y Jared, por lo cual Ara no estaba tan tranquila.
-No, pero de todas formas ya casi llegamos.-informo el moreno con una sonrisa.
El sonido del agua chocando con la orilla llego hasta los oídos de Araceli, a la vez que el viento golpeaba su rostro moviendo su cabello.
-¿Te gusta?-preguntó Sam al quitar sus manos de los ojos de su chica, permitiéndole ver frente a ellos en el suelo una manta con comida y dos copas sobre esta.
-Me encanta.-sonreí mirándolo.-Pero, ¿Por qué?.
-Es... Nuestra cita.-respondió.-Te lo prometí una hace unos días, y me pareció buena idea venir a la playa ya que es tu lugar favorito, además de que podremos ver el atardecer.
-¿Lo hiciste todo vos?.
-No te mentiré, recibí un poco de ayuda de los chicos y sobre todo de Meli. Es muy mandona-Ara soltó una risita imaginando a tres lobos de dos metros haciendo todo lo que una niña de seis les decía.
Ambos se sentaron en la manta para comenzar a comer lo que Sam había traído y Ara recorrió el lugar con la mirada. No había muchas personas en la Push, se veía a dos nenes jugando cerca de la orilla mientras un pequeño grupo de mujeres conversaba mientras estaban pendiente a los chiquitos. Del otro lado había una pareja caminando por la playa y alguna que otra persona leyendo un libro o simplemente esperando el atardecer.
-Gracias por esto.-sonrió Ara y se acercó a él para dale un beso en la mejilla pero Sam se movió para verla haciendo que ella bese sus labios.
Ambos se quedaron mirando fijamente. La castaña abrió su boca para hablar pero Sam se acerco nuevamente a ella y colocó una mano en su mejilla uniéndose en un beso esperado y necesitado por ambos. La falta de oxigeno los obligo a separarse uniendo sus frentes, Sam tenia una enorme sonrisa en su rostro mientras hacía leves caricias en la mejilla de Araceli quien tenia una sonrisa tímida adornando su rostro sonrojado
-Te quiero Ara, como no tienes idea.-murmuró cerca de sus labios.
-Yo... También te quiero Sam.-se sinceró mirándolo a los ojos.- Pero, ¿Podemos ir despacio?
-Claro, tenemos toda la vida.-ella sonrió y beso su mejilla acurrucándose sobre su pecho.
(...)
Ya había pasado más de la mitad de octubre, casi un mes desde que las hermanas Kenner se mudaron con Sam. Su relación iba cada vez mejor, los intentos de Jacob por hablar con la castaña seguían al igual que Embry y Quil.
Sam y los chicos estaban muy pendientes de estos en especial de Jacob, quien según Billy en cualquier momento podría ocurrir el cambio.
En estos momentos la pareja se encontraban en la habitación de Ara, la cual, ahora compartía con Sam. Conversaban muy tranquilamente como habían acostumbrado a hacer desde que comenzaron con la convivencia, el tema principal de esta conversación eran los Cullen, la familia de vampiros que viven en el bosque de Forks. O más bien vivían ya que esa misma tarde pidieron hablar con Sam para informarles que se irían y tenían el pase libre para rondar por el bosque, Sam le comentaba algunas cosas de las que hablaron cuando el teléfono de la casa sonó.
-Yo voy, tranquilo.-Ara se levanto y camino hasta la sala tomando el teléfono.-¿Hola?
-Hola ¿Ara? Soy Billy.-dijeron del otro lado.
-Oh, hola Billy, ¿Paso algo?-preguntó al ver la hora en el reloj que estaba colgado en la pared.
-La hija de sheriff se perdió, necesito que la manada venga, ¿Le puedes informar a Sam?-en ese momento el moreno bajo las escaleras acercándose a ella.
-Si Billy, tranquilo. Ahora le digo.-el señor Black murmuró un gracias para después colgar.
-Ya lo escuche.- dijo antes de que ella hablara.-Le avisare a los chicos, no te muevas de aquí, ¿Esta bien?.
-Si esta bien, con cuidado.-dejo un beso casto en sus labios y lo vio salir de la casa transformándose en un enorme lobo negro.
-¿Sam?-la voz de Meli hizo que Ara volteara hacia las escaleras viendo a su hermana en pijama, con su peluche en la mano y aun rastros de sueño en su rostro.
-Meli, ¿Qué haces despierta? Ve a la cama.-Ara se acercó a ella.
-¿Dónde fue Sam?-preguntó.
-Fue a ayudar a Billy con algo, ahora ve a dormir.-la menor salió corriendo escaleras arriba mientras Ara apagaba las luces del comedor que dejo encendidas.
Al subir nuevamente a su habitación, se encontró a Melina dormida en el centro de la cama, una sonrisa tierna apareció en su rostro y se recostó a su lado.
(...)
En medio del bosque una chica delgada, castaña y de piel pálida estaba tirada en el suelo dormida. Una figura salió entre los arboles y la tomo en brazos comenzando a caminar para salir de éste.
Fuera de la residencia Swan se encontraban varias patrullar junto a algunas personas de La Reserva. Estos intentaban encontrar al la hija de sheriff, Charlie Swan. Hace unas horas que Isabella Swan había vuelto a su casa, ya que encontraron su camioneta en la entrada, pero nunca entro al lugar.
-Llamare a los Cullen, otra vez.-Charlie Swan tomo su celular marcando nuevamente a las últimas personas en ver a su hija.
-Los Cullen se fueron Charlie.-dijo Harry Clearwater.-A buena hora.
-¿A donde fueron?-preguntó pensando que capas Isabella fue con ellos.
-La encontraremos Charlie.-lo tranquilizo Clearwater.-Va a estar bien.
-Charlie.-habló Jacob Black, quien se encontraba junto a ellos.
Detrás de ellos apareció Sam cargando a Isabella, y apenas verla, Charlie corrió hacía ella.
-Esta bien.-le informo Sam pasándola a los brazos de su padre.
-La tengo.-dijo Swan y miro al moreno.-Gracias, Sam.
-¿Dónde estaba?-pregunto Billy acercándose al moreno despues de ver a su amigo entrar a la casa con su hija en brazos.
-Tirada en medio del bosque, creo que se quedo dormida ahí.-explicó.-El olor al chupasangre iba hacía el otro lado pero era muy débil, se habrá ido hace horas..
-Bien, de todas formas no hay que preocuparnos por ellos.-Sam asintió e hizo señas a los chicos para que vuelvan a sus casas.