sᴇʀᴇɴᴅɪᴘɪᴀ |
"~ Hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta ~".
Ella tuvo una vida difícil y con dieciséis años tuvo que hacerse cargo de su hermana menor, evitando que las separen y las envíen a un orf...
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❝ CICATRICES ❞
-Vamos mamá, te prometo que la cuidaremos.-dijo Paul.
Los chicos llevaban un rato insistiendo para que Araceli les deje llevarse a Melina a La Push. Claramente ella no estaba muy convencida de esta idea, ya que ellos apenas podían cuidarse solos.
-Por favor, yo prometo portarme bien.-Melina junto sus manitas haciendo un puchero.
-Déjalos ir, un poco de tranquilidad en la casa no vendría mal.-habló Sam acercándose a ellos.
-Bien.-acepto.- Pero la cuidan. De verdad la cuidan o los lazare por el acantilado.-amenazo.
-Tranquila mamá, estará bien.-dijo Embry saliendo con la menor de la casa.
Después de una breve explicación por parte de ambos betas del porque le decían a Ara "Mamá", Embry también comenzó a llamarla así.
-Les avisaremos cuando volvamos, por las dudas.-dijo divertido Jared.
-¡Diviértanse!- grito Paul desde afuera.
-Que tontos.- exclamó Ara subiendo a la habitación mientras Sam la veía.
La castaña se estaba preparando para darse una ducha, así que se dirigió al baño y comenzó a despojarse de sus prendas, había quedado en ropa interior y miro su reflejo en el espejo, pasando sus dedos por una cicatriz sobre su pecho derecho.
Las imágenes de la noche en la que su madre murió llegaron como un balde de agua fría a su cabeza. La imagen de Gastón, su padre, golpeando sin sentimiento alguno a su madre, se repetían una y otra vez e inconscientemente cerro sus puños con odio hacía ese hombre.
Dos golpes en la puerta llamaron su atención y reconoció la voz de Sam.
-Ara, ¿Estas bien?-preguntó del otro lado pero ella se centro en su reflejo.
Tenia algunas lagrimas en su mejilla, no supo cuanto tiempo llevaba en el baño, ni cuando había comenzado a llorar pero las aparto rápido al ver la puerta abrirse repentinamente.
-Sam...-dijo volteando a verlo.
-¿Estas bien? ¿Qué tienes?-preguntó acercándose a ella quien simplemente lo abrazo intentando no pensar en esa noche.-Hey tranquila, ¿Qué pasa?
-Tengo miedo...
-¿Qué?¿De qué linda?-pregunto acariciando su cabello.
-Él esta suelto Sam... Gastón, esta suelto.-dijo entre sollozos.
-¿De qué hablas, Ara?- ella se separo un poco para poder mirarlo.
Sam quito algunos mechones de su rostro colocándolos detrás de su oreja.
-El sheriff Swan... Él me llamo hace dos días, quería hablar conmigo sobre Gastón.-Sam se puso serió. -No saben como pero logro escapar. Dice que no saben donde podría estar, lo siguen buscando.
