Nueva York

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Cuando Stiles llego a Nueva York, por varias semanas durmió en las calles, necesitaba ahorrar cada centavo hasta conseguir un trabajo.
La ciudad no era lo que el Omega imagino, las oportunidades para alguien como el eran escasas, pero prefería padecer en N.Y que volver a B.H. después de un mes, Stiles había conseguido un puesto en un bar, no tardó mucho en notar que ahí no solo se ofrecían bebidas.
El Omega recibía muchas propuestas, pero siempre las rechazaba, pero una noche, arto de pasar hambre y frío, Stiles vendió su virginidad al mejor postor, y vaya que hizo un muy buen negocio.

A sus veintidos, el Omega tenía todo lo que había soñado, vivía en un lujoso departamento, compraba en las tiendas más caras pero lo más importante era que le mandaba mucho dinero a su abuela.

Un Omega MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora