Derek había comenzado a considerar con más deseos ese divorcio y Paige también, seguían durmiendo separados y eso les haría sin duda alguna mucho más sencillo el firmar esos papeles pues en realidad no se amaban, no desde hace un tiempo.
Ese día Derek estaba entrando a la habitación, se sentía diferente, un poco más cálida, paseo su vista buscando a su esposa y pudo escuchar el sonido de las arcadas en el baño solo para encontrar poco después la prueba de embarazo en el buró. Y pudo sentirlo, un escalofrío, un miedo terrible a pensar que podría perder todo lo que tenía con Stiles por un descuido suyo. Sintió que le faltaba el aire y se sentó en la cama con la caja en las manos.
Sus dedos temblaban no quería abrirla no quería pensar que sería padre sin querer serlo con ella cuando por fin salió luego de hacer correr el agua.
— Der... Derek... Que haces en la habitación? — Preguntó ella sintiéndose estúpida por no haber guardado esa caja aunque no se podría culpar si dormían separados y Derek no entraba ni para saludarla desde un par de meses antes, Paige tenía tres en total a ese instante. Pero solo habían pasado dos desde que habían dormido juntos o bueno el dormido y ella pensando despierta sus posibilidades.
— ya la hiciste? — Cuestionó el pelinegro cuando reunió el coraje para abrir la caja y enfrentarse a lo que fuera a salir.
Paige comenzó a llorar, no lo quería no quería nada con el pero como le diría que le había sido infiel. — Lo siento... — Chilló mientras dejaba agachada su cabeza, no quería ser una víctima pero a los ojos de Derek ya lo era por qué el había Sido infiel y estaba por tener un hijo y no podía permitirse que su esposa llorara o que su bebé naciera sin un padre.
Se acercó y la abrazó para después besar su cabello y posicionar su barbilla en el cabello de la joven — Todo va a estar bien amor te lo prometo, todo va a estar bien — Aseguró sintiendo ese dolor en el pecho que lo llevaría a una de sus peores decisiones.
Habían hablado, mejor dicho Derek había dicho todo y Paige había callado por qué no sabía que hacer. Habían pasado quince días cuando la mandó al hospital, eso le daría tiempo pues había evitado a Stiles y mucho más había evitado pensar en el o siquiera mirarle, las citas matutinas no sucedían más.
Se quedaron solos en casa... Solo el y Stiles, el castaño estaba en el sillón leyendo un libro y a los segundos Derek estaba sentado a su lado pero había un problema. Uno pequeño se sentía distante, Stiles había dejado el libro subido a sus piernas y besado sus labios pero Derek no había tenido reacción alguna y eso comenzó a preocupar a Stiles.
— Sucede algo?
— Debes irte — Eso se sintió peor que una patada en los bajos, se apartó de un salto como si el cuerpo de Derek lo quemara como el fuego
— Que dices? — Preguntó herido el más bajo en la habitación recogiendo sus piernas.
— Mi esposa está embarazada, tú no puedes estar aquí, es demasiado tentador, es una decisión radical pero debo tomarla. — Comentó Derek y entonces una discusión estalló.
"Osea que no soy nada? No fui par ti más que el juguete que usabas por estar estresado?"
"No he dicho eso, pero... Mi familia debe ser mi prioridad y tú no deberías quitarme eso."
"Derek... Entonces que? Debo solo conformarme con ser nada y ser echado a la calle como un perro que fue obsequiado en navidad o un cumpleaños?"
"Que es lo que te preocupa? Deberías entenderlo es mi familia"
"Eso no lo sabes, no dijiste que tú y tu esposa eran distantes? Cómo puedes creer en su palabra y pensar que ese hijo puede ser tuyo y no de alguien más?"
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Antología Sterekhistorias - Amantes (Editando)
Teen FictionCuando la vida se torna monótona cuando la casualidad te hace entender que tu alma gemela no era quien creías que haces? Que haces si quien se supone te da todo eso que sientes que necesitas no es más que un aprovechado pasado de listo que gusta bas...