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Derek había despertado muy temprano el día de la fiesta a la qué Jennifer lo había invitado y si... Debía agradecer que estuviera despierto al hecho de que stiles ahora estaba durmiendo en otra habitación de otra forma era muy probable que a esas horas siguiera dormido con la nariz pegada a la nuca del castaño. Por fortuna al menos para el pelinegro de nuevo había vuelto a dormir en una habitación apartada a su esposa porque esta seguía molesta ante lo dicho por Derek de esa forma "tan llena de superioridad para humillarla frente al arrimado."

Derek por su parte había dejado de pensar en ella y en cambio para ese momento estaba levantándose de la cama tocando el frío suelo con los pies descalzos. Caminó por la habitación y abrió lentamente solo para encontrarse con el pasillo vacío. Paige no se despertaría hasta pasado el medio día, Derek salió de la habitación para después cerrar y caminar en silencio por el pasillo, deteniéndose en la tercera puerta. Tomó la perilla y se mordió el labio con suavidad antes de revisar la hora, casi las cinco de la mañana.

Dio el primer paso dentro de la habitación cuando el sonido de una respiración agitada llamó su atención cerró la puerta tras de si de manera lenta y entonces pudo ver al joven invitado. Las sábanas cubrían hasta su pecho pero debajo de las mismas podía percibir un movimiento en vaivén.

Stiles estaba temblando y tratando de no hacer el menor ruido sin siquiera notar que su anfitrión estaba mirando, el pecho de stiles subía y bajaba como reflejo de la respiración que perdía. Derek por su parte no lo pensó dos veces cuando decidió acercarse y detenerse a un lado de la cama tomando con firmeza las sábanas para así levantarlas suavemente pero entonces stiles reaccionó un poco asustado sintió una mezcla rara de sensaciones cuando notó el rostro entre divertido y confundido del hombre de pelo negro, el castaño quiso cubrirse aunque no estaba seguro pues Derek ya lo había visto desnudo y vulnerable.

— Que haces aquí? Tu esposa podría buscarte — Gritó en un susurro al mismo tiempo que se acomodaba el pantalón de pijama y se movía un poco para disimular la erección que tenía.

Derek no quería preguntar por dios que no quería hacerlo entonces decidió hablar para evadir sus propios pensamientos. — Solo creí que no querrías estar solo pero veo que me equivoqué — Afirmó antes de asentir no queriendo reír aunque stiles había entendido bien que Derek estaba quizás provocandolo a propósito.

— Bueno... No me gusta la idea de dormir solo pero no iba a decirte. "Hey te espero en mi cama cuando vayas a dormir. Buenas noches bruja malhumorada espero que no te moleste que tu esposo se duerma conmigo..." o que venga a darme una visita muy temprano — Mencionó con un rastro denso de sarcasmo mientras levantaba una ceja y su sonrisa se torcía un poco.

— Claro... Pero recuerda lo que te dije... Duermo solo

— Pero -

— Pero nada stiles... Debemos ir a conseguir algo de ropa para ti... Se que dije que tu ropa con la que llegaste está bien pero... Me gustaría hacerte ese regalo. — Derek sonrió y stiles devolvió el gesto para luego darse cuenta como los ojos del mayor recorrían su cuerpo como si fuera un lobo a punto de atacar a su presa. Pero stiles no era un indefenso ciervo el también disfrutaba de esas miradas solo cuando venían del azabache, ese encanto hipnótico que provocaba en el sin embargo en particular amaba el efecto que causaba sobre Derek como si este lo viera como lo único valioso en el mundo a pesar de estar rodeado de lujos. Se movió sobre la cama sus rodillas sobre el colchón y algunas gotas de sudor perlando aún su pecho y torso.

— Derek no creo que sea la única razón por la que estás aqui... —

El joven hale no sabía que responder. Estaba sintiendo su corazón acelerado y su cuerpo estaba preparado para subir a la cama. Se acercó aún más, se arrastró sobre el colchón hasta estar a la altura del muchacho que con solo una mirada o esa inocente y sonrisa le provocaban sentirse a tope. Las manos de stiles se colocaron sobre el pecho de Derek y cuando el hombre maduro estuvo a punto de besar sus labios el castaño lo detuvo.

Antología Sterekhistorias - Amantes (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora