Stiles había pasado ya algo de tiempo vagando por las calles, y lo pensó lo consideró con todas sus fuerzas, ir a su vieja casa y rogar a su tío por qué le dejarán volver, decirle que trabajaría hasta más no poder, hasta que ya no pudiera sacar provecho de su edad o hasta que muriera si llegaba a enfermar. Lo que ocurriera primero, había comenzado a pensarlo y había emprendido el camino de vuelta al otro lado de la ciudad donde seguramente su tío le daría una golpiza y luego lo pondría a atender a todos esos hombres deseosos de placer que por una u otra razón no podían conseguirlo de manera normal teniendo citas.
Estaba resignado y pensó en lo que Derek no dijo pero que casi pudo salir de su boca "Solo sirves para dar placer a otros, no vales para más que eso y su cuerpo tembló de rabia y pena, por qué el estuvo a punto de entregarle todo su corazón e incluso su vida.
Pero por fortuna o casualidad lo encontró, estaba acostado en un montón de hojas y parecía aburrido, se acercó solo por qué podía hacerlo y al estar enfrente suyo acarició su cabeza recibiendo un suspiro.
— Como te llamas? — Le preguntó amablemente mientras rascaba detras de sus orejas, — te ves cansado, Vienes de muy lejos? — la ropa de Stiles estaba sucia, se había sentado en frente y había cruzado las piernas. — Te voy a llamar Boy —
El perro se levantó entonces y le ladró — Te gusta el nombre? — el perro movía mucho su cola.
Así lo había conocido, su compañero vagabundo al que seguía a todos lados y el que lo seguía a todas partes todos los días ese que le había hecho cambiar de opinión por qué no estaba solo, llevaban veinte minutos caminando por la calle cuando el estómago de Stiles comenzó a hacer ruido, y el perro salió corriendo, Stiles fue tras el, — A DONDE VAS? — Le gritó a media calle llamando la atención de todos, acción que el perro aprovecho para robar una bolsa de pollo frito que un hombre estaba llevando de manera descuidada. — BOY ESO NO ES TUYO — gritó antes de recibir una mirada del hombre enfadado y supo que le cobrarían.
Dió la espalda y sin pensarlo estaba corriendo a dónde el pensaría que podía ocultarse, un policía, el hombre que había perdido su comida ambos venían tras el y el perro que iba a su lado pues le había dado alcance. Que un policía te persiga por un pollo frito parecía un poco exagerado pero estaba pasando y era extrañamente divertido. Desde entonces eran todos unos ladrones, y esa mañana luego de un mes era su turno, estaba en una panadería, una donde la dependienta regañaba a un hombre por llevar muchas charolas de pan en las manos.
El hombre le dijo que estaba bien y ella le dijo "Te vas a caer" fue como la señal de Stiles para meterle el pie. Y el hombre cayó y el pan voló y la distracción llenó el recinto. Un litro de leche y tres piezas de pan desaparecieron esa mañana.
Stiles corría calle abajo con boy a su lado, saltaron al descanso del puente que se extendía en un lago en medio del parque su guarida secreta, el lugar donde dormían cada noche y se ocultaron por qué sabían que ahí nadie los iba a encontrar, eran trolls o duendes o fuera cual fuera la criatura que se escondiera debajo de los puentes.
El castaño tomó una de las piezas y la partió por la mitad, bebió leche como un loco, medio litro para el antes de romper el cartón y dejar que el perro bebiera. Estaban acostados sobre el suelo mirando el techo lleno de humedad.
En una posición similar, Derek estaba mirando el techo de su estudio, estaba atorado en lo que escribía sobre su novela, arrojó una bola y la atrapó con la mano contraria, y pensó, recordó ese día esa conversación con Stiles.
— Escribes sobre nosotros... — Dijo el
— No es cierto, porque crees eso? — Sus labios habían besado los de Stiles, estaban desnudos en el asiento trasero del auto y recordó los dedos del castaño subiendo por su abdomen deteniéndose en su pecho antes de que besara su mejilla y pensó por un momento que pudo hacer las cosas de manera diferente. Mordió su labio y continuó escribiendo en la computadora.
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Antología Sterekhistorias - Amantes (Editando)
Teen FictionCuando la vida se torna monótona cuando la casualidad te hace entender que tu alma gemela no era quien creías que haces? Que haces si quien se supone te da todo eso que sientes que necesitas no es más que un aprovechado pasado de listo que gusta bas...