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VERANO DEL 2017.

Finalmente las vacaciones para los Lodge habían llegado, y aunque con anterioridad ya todo estaba planeado, no faltaba al que algo se le quedara.

— A ver, ¿cuál se me ve mejor: Las negras o las cafés?

— Mhm yo digo que las negras. Van bien con tu tono de piel.

— Bien. Entonces las negras serán.

— Oye, Ronnie.

— ¿Sí, hermanita?

— Sé que desde hace mucho llegué aquí y también sé que me han dicho que soy parte de esta familia, pero, ¿no crees que debería quedarme?

— ¿Qué? No, claro que no. No vas a quedarte aquí sola y si te quedas, yo también lo hago. Lo cual sería triste porque me esforcé mucho en los exámenes para tener mis merecidas vacaciones.

— Es que este viaje es de ustedes. Ustedes lo merecen.

— Es de todos y tú también lo mereces. ¿Por qué no quieres ir?

La muchacha se esforzó mucho para sacar una de sus mejores sonrisa y así dejar a un lado el tema, así que, prefirió llevarlo por otro lado.

— Es que me aterra el mar. No me gusta desde que era chiquita.

— ¿Es éso? No te preocupes, pasaremos más tiempo en la superficie que en el mar. Además, sólo iremos en yate una sola vez, te gustará.

— Si tú lo dices.

— Ya quita esa cara de preocupación y démonos prisa o estos dos nos van a dejar.

En la habitación contigua Hermione y Hiram terminaban de meter las últimas cosas que les hacían falta para su viaje.

— Deberías comprar otra talla de bikini.

— ¿Por qué?

— Estás embarazada, mi amor. Ya esos bikinis chiquitos no te van a quedar.

— ¿Me has dicho sultimemte gorda? Ademas, apenas y se me nota el embarazo, no seas exagerado.

— Gorda no, llenita de amor.

— Mira, te estás ganando un disparo de parte mía. Y sabes que ya lo he hecho antes.

— Ya no podrías matarme. Morí el día que te vi jugando G&G

— No seas cursi, no te queda.

— Me estás ofendiendo, ¿sabes?

— Yo también me ofendí con lo de gorda.

— Eres una mala chica. Las chicas malas merecen ser castigadas. ¿Qué te parece si antes de irnos nos duchamos juntos y así te doy todo mi amor?

— No, Hiram.

— Sé que quieres, anda.

— Que no... Además, ya tenemos que irnos al aeropuerto.

— Aguafiestas. En Miami no te vas a salvar.

Daban las 5 con cincuenta en el reloj de muñeca de Hiram, y el avión salía a las 7, o sea que estaban justo en el tiempo para salir.

Dentro del auto, la señorita Collins asomaban su cabeza por la ventana del vehículo, dejando que el aire fresco le golpeara las mejillas y le despeinara el cabello; su piel era canela, sus ojos morrones, su cabello crespo y su nariz mínimamente chata de descendencia paternal.

Les tomó casi que una hora para llegar al aeropuerto y dentro de él tuvieron que esperar una hora más para abordar el avión con rumbo a Miami.

MIAMI BEACH.

La ciudad de noche era encantadora y sus calles desprendían un ambiente alegre y fiestero, sobretodo en aquellas épocas de verano.

— Alguna vez habías estado en Miami, Apollonia? - cuestionó la ladina a la joven -

— No, jamás. Es la primera vez que vengo.

— También es la primera vez de Ronnie. Hiram y yo solíamos venir mucho aquí, luego ya nació Verónica y él decidió que los viajes lo haría solo.

— ¿Y en esos viajes fue donde conoció a la madre de Hermosa?

— No, o bueno, sí. Pero eso fue antes de que Verónica naciera.

La conversación estaba fluyendo poco a poco, pero se vio interrumpida cuando a la suit se presentó la figura de Hermosa; elegante, altiva e imponente, como solo ella sabía.

— Buenas noches, familia. Sean bienvenido a la estupenda Miami. Aquí mando yo.

Aquello se lo tomó en broma, tanto que lo dijo como comercial y con tono al castellano.

— Mija. - Dijo el padre. Con la sonrisa amplia que le caracterizaba -

— Papi. Me da gusto verte sano y salvo. Ah, y libre. - Respondió ella acercándose a su progenitor para darle un par de besos en la mejilla -

— Ronnie.

— Hermosa.

— Para que conste, yo no quería que te trajeran, pero papi insistió.

— Me alegra también verte, hermanita.

— No lo tomes en serio, solo bromeaba. En fin, todos sean bienvenidos a mi hogar. ¿Tú debes ser Apollonia?

— Así es. Y no intentes meterte con ella, porque me tendrás de enemiga.

— Tranquila, Verónica. Yo ya he cambiado, aunque piensen que es imposible. Los negocios van muy bien y todo marcha a la perfección, eso me tiene contenta. Además, lo que pasó con papi me hizo pensar muchas cosas y una de ellas fue en la familia. Ya había perdido a mi madre y estaba en cuerda floja de perder a mi padre, y ahora que la vida me dió o nos dió otra oportunidad, no hay qué desperdiciarla.

— Mira, casi hasta me haces llorar y todo.

— No seas venenosa, Verónica.

— No te lo tomes muy en serio, hermanita. ¿Más bien por qué no celebramos y brindamos por todo lo que la vida nos ha permitido tener a pesar de los errores cometidos?

— Te apoyo en éso.

Hermosa se había paseado por la estancia para ir por una botella de moropio, líquido que terminó vertido en cinco copas: una para Hiram, otra para Verónica, otra para Apollonia, una para Hermione y la última para ella.

Sin embargo, Hermione rechazó al instante dicha bebida. A partir de ahora debía dejar su bebida favorita a un lado y concentrarse en el cuidado del bebé.

— Yo paso.

— No seas aguafiestas, vamos a brindar por algo bonito. Además, eres amante al vino.

— Sí, pero por ahora no puedo. - Llevó la diestra hacia su abdomen bajo y sonrió levemente -

— ¡Oh por Dios! ¡¿Estás embarazada?!

— Sí. Hiram y yo seremos padres otra vez.

— Una razón más para celebrar. Felicidades a los dos, sé que serán hacer un mejor trabajo con este bebé, porque Ronnie les salió chueca.

— Estoy oyendo todo, Hermosa.

— Ay, ¿desde cuando perdiste el encanto por las bromas? Tú saliste perfecta. Eres lo mejor que papá y Hermione han hecho hasta ahora.

— Éso sí me hizo llorar. ¿Puedo abrazarte?

— No.

— Ok.

— Brindemos entonces. Brindemos por estas vacaciones, por la familia, el amor y por los nuevos miembros, ¡salud!

"Salud" la estancia pronto se había llenado de gozo, gracia y carcajadas que retunbaban en las paredes del lugar. Los Lodge finalmente habían encontrado su mayor fuerte: la familia. Siempre tendrían éso de lado y siempre, sin importar qué, estarían los unos para los otros.

Comentario.

¡¡¡AHORA SÍ SE VIENE LO INTENSOOOOO!!! ¿Listos?‼️ADVERTENCIA‼️No apto para personas cardíacas o ansiosas.

The Lodge familyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora