4 - Expulsión

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Alan mostraba un rostro sorprendido con cada uno de los estados de los héroes. Kuro no pudo leer los de sus compañeros, pero seguramente era similar al suyo, ¿cierto?

Lo más extraño seguramente era su atributo, Tinieblas, que no era de los comunes que mencionó Alan. Además de esto, su habilidad Autoridad de Rey no tuvo ninguna mención, aunque quizás la Bendición Divina le otorgaba habilidades como esa.

Pasaron varios minutos donde Alan explicaba a los demás héroes nuevamente sobre el Índice y Rango de Divinación, y el nivel. Incluso Kuro tenía dudas, pero seguramente se les aclararían con práctica.

-Muy bien Kuro, déjeme ver que tenemos por aquí...

Alan comenzó a leer su estado poco impresionado, hasta que...

-¿¡Índice de 95!? Ahem... -calmó un poco su sorpresa -no has tenido ninguna experiencia en combate y casi llegas al Rango D. Tus compañeros apenas van por 30...

-Hablando de eso, ¿cuál es el promedio? -preguntó Kuro.

-Un adulto normal suele tener entre 10 y 15, y los demonios de esta edad suelen poseer alrededor de 45. Subir más allá de los 400 podría tomar una o dos décadas, pero la Bendición Divina de ustedes les permitirá subir de forma explosiva.

A medida que explicaba iba leyendo el estado de Kuro, y a pesar de que su atributo no era común, tampoco era algo super sorprendente.

Sin embargo, fue la habilidad la que tomó completamente desprevenido a Alan, haciendo que se ahogara con su propia saliva.

-Vete. -dijo Alan tras unos segundos.

-¿Qué?

-Lárgate. -miraba fijamente a Kuro a sus ojos.

-Hey hey, ¿qué está pasando aquí? -intervino Kenta al notar la agresividad de Alan.

Sin embargo, este tomó la espada que cargaba en su cintura con ambas manos, apuntándola directamente a Kuro.

-Sal de este lugar en estos momentos si no quieres que te elimine aquí y ahora, escoria traidora. -expresó con gran enojo en sus palabras.

Kuro, sin tener oportunidad siquiera a defenderse, y sin la más mínima explicación, comenzó a caminar hacia la salida. No podía defenderse contra una persona mucho más fuerte que él... al menos había recibido información antes de ser expulsado sin razón alguna.

"¿Qué cosa es esta habilidad como para que me expulsaran...?" se preguntaba Kuro.

-¡CORRE! -gritó aún más enojado Alan, y Kuro comenzó a correr de miedo.

En unos segundos logró salir del coliseo, y aunque no sabía para dónde ir continuó corriendo hacia al frente. El coliseo estaba bastante lejos de la capital donde había sido invocado, así que estuvo corriendo unos buenos diez a veinte minutos.

Recibiendo miradas raras, respiraba pesadamente mientras intentaba recuperar su compostura.

Ya estaba en la capital del Imperio Dimane, y a lo lejos pudo visualizar el castillo donde estuvo la mitad del tiempo que llevaba en ese mundo. Kuro sabía que tarde o temprano caminaría solo por estas calles pero realmente no pensó que sería tan rápido.

Su pasar fue algo inoportuno, aunque pudo hacerse una idea de la tecnología del Imperio Humano, y atribuye la misma a la Era Medieval de la Tierra.

A pesar de que hay magia, y esto ha impulsado a crear cosas maravillosas, tales como las Runas de Teletransporte, muy pocos están pendientes a la ciencia e ingeniería, puesto que esta sociedad está mayormente basada a sobrevivir y volverse lo suficientemente fuerte como para poder luchar en términos iguales contra las demás razas.

Kuroi Tentai no AkumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora