30 - Atrox

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"Ya es la segunda vez que debo explorar sobre personas desaparecidas..." pensó el chico mientras daba una vuelta por la biblioteca.

A pesar de que la mayoría de las paredes de la mansión tenían ventanas, debido a las estanterías llenas de libros la única iluminación de la habitación provenía de un gran candelabro en el centro de la misma.

—No esperaba que hubieran tantos libros fuera de una biblioteca pública... —comentó el chico mientras tomaba varios libros y les echaba un vistazo.

—Aunque es extraño, he visto muchos libros repetidos. —dijo al chica al otro lado de la biblioteca.

Luego de su comentario, el chico comenzó a notar lo que esta dijo. Ya fuera para llenar espacio o por alguna otra razón, varios libros se repetían a lo largo de una estantería, y mucho más en toda la biblioteca.

"Extraño... se siente como si me estuvieran observando." pensó el chico.

Tras unos minutos...

—Encontré algo. —informó la princesa.

Kuro se acercó a la chica, viendo como había un libro fuera de lugar. Se extendía un poco fuera de la estantería, y la cubierta estaba llena de polvo y altamente desgastada.

—Wah, que trampa más obv-

Antes de poder terminar, la chica había intentado tomar el libro, pero luego de que este se moviera un poco un ruido mecánico se escuchó debajo de la estantería, y al cabo de unos segundos la misma comenzó a descender al suelo, entrando en un hueco que apenas había sido abierto.

—Hmm, tenebroso. —dijo la chica mientras miraba las escaleras que llevaban a un sótano.

El par comenzó a descender las escaleras de forma calmada. A diferencia del suelo amueblado de la biblioteca, las escaleras en espiral estaban creadas de piedra, apenas siendo iluminadas por diversas antorchas colocadas en las paredes.

Luego de unos segundos la biblioteca de la entrada volvería a ascender, cerrando la única salida que tenían.

Elizabeth lideraba el descenso, puesto que había entrado primero y no había espacio suficiente para que bajaran a la vez.

—¿Crees que tenga algo que ver con las desapariciones? —preguntó la chica.

—Quizás... incluso Atrox me da mala espina.

—¿Por qué dices eso? Es un comerciante sumamente importante para Esperance...

El chico decidió quedarse callado ante aquella pregunta. Quizás solo estaba sobre pensando las cosas.

Llegaron al final de las escaleras. Un calabozo iluminado de manera tenue por diversas antorchas fue lo que encontraron. El pasillo llevaba hasta una habitación a lo lejos, aunque no podían ver de qué se trataba.

A cada lado del pasillo habían jaulas separadas por barras de hierro, siendo alrededor de veinte en total.

El par comenzó a caminar hacia la habitación, pero una vez pudieron ver qué había en las jaulas...

—Esos son... ¿Bestias? —preguntó el chico sorprendido.

En aquellas dos jaulas habían dos guardias del imperio encadenados con multiples heridas y cicatrices por todo su cuerpo.

Elizabeth al ver aquello intentó abrir la jaula, pero obviamente estaba con un candado.

—Dame un poco de espacio. —dijo la chica mientras una aura rojiza comenzaba a cubrirla.

El chico decidió aprovechar e ir hacia aquella habitación que habían visto mientras la princesa hacia lo que debía hacer.

"Sabía que había algo raro con ese hombre..."

Kuroi Tentai no AkumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora