16 - Held

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~ Notita ~

Buenas buenas, he decidido dejar a un lado publicar de 5 en 5, así que ahora publicaré un capítulo siempre que lo tenga listo.

De esta forma, no estaré un mes con cinco, y no siento como si llevara estancado un mes sin progreso. A pesar de que me permite regresar y cambiar varios detalles, vuelve el proceso mucho más tedioso y largo de lo que debería, así que esperen actualizaciones mas rápido.

Aprovecho y agradezco el interés que tienen por la historia! Además, feliz navidad y año nuevo, espero que este año sea próspero para cada uno.

~ Fin ~

—Leonardo. Dijiste que Silva sería suficiente para matarlo, ¿acaso te parece gracioso? —preguntó Fabrizio.

—No, señor. ¡Anoche no era tan poder-

Interrumpiendo la oración, el señor le dió una fuerte cachetada a Leonardo, lanzando sus gafas de sol al suelo.

—No me alces la voz, Leonardo. Que no se repita este fiasco, no podemos fallarle al Emperador. —ordenó Fabrizio.

—Entendido señor, mis más sinceras disculpas.

Tras una reverencia del hombre, Fabrizio salió de la habitación sin dedicarle una palabra más.

—Heh... se las verá en la noche.

Por otro lado, Kuro se encontraba adentro de su anterior celda. De alguna manera el suelo ya había sido reparado, aunque bueno, seguramente tenían a algún mago que controlaba ese elemento. El chico estaba acostado en el suelo con sus ojos cerrados, intentando ignorar los gritos de la audiencia que oía a la distancia.

—Pssst...

Un sonido interrumpió la paz del chico, pero seguro solo fue su imaginación.

—Hey, pssst...

Nuevamente alguien lo intentaba llamar, subiendo más la voz.

—¡Oye! —está vez simplemente gritó

—¡¿Qué quieres?! —exclamó el chico alterado, mirando por la ventana para ver de quién se trataba.

—¡Soy Held! Campeón del Vermaa-

—Interesante, no me importa. —respondió Kuro antes de la exposición de su contrario.

Cabe indicar que Held era un hombre Bestia. Su pelaje era grisáceo, teniendo franjas negras que adornaban diversas partes de su cuerpo, como si se tratara de un tigre. Sus ojos puntiagudos color verde junto con sus animadas orejas se notaba emoción detrás de su semblante.

—¡Espera! Estuviste genial allá afuera, me gustaría charlar sobre algunas cosas. —expresó Held.

—En otro momento, no me molestes más.

Ignorando por completo al joven, Kuro nuevamente regresó al suelo, cerrando sus ojos para por fin poder descansar.

Tan pronto la luna se posó sobre el centro del firmamento, la puerta de la celda se abrió de golpe, repitiendo los sucesos de la noche pasada.

—Kuro, Kuro, Kurito. ¿Me extrañaste querida rata? —preguntó Leonardo con una larga sonrisa decorando su semblante.

El chico al notar la situación simplemente soltó un suspiro, quedándose acostado sin responder al hombre.

—Con que ignorándome, ¿huh?

Se acercó el chico lentamente, y una vez a su lado, pisó con fuerza la mano derecha de Kuro. Fue con tanta fuerza que el suelo comenzaba a agrietarse mientras se escuchaban los huesos ser reducidos a polvo por el peso.

Kuroi Tentai no AkumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora