11. ⚡Esa delgada línea entre la preocupación y el descontrol⚡

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— ¿¡Qué!? — definitivamente, esta tía es tonta — ¿Seguro que no sigue en la discoteca?

— A no ser que se sepa hacer invisible...

— Mierda — maldigo en cuanto aparecen en mi mente escenas no muy buenas. No, no, no. Espero que no se cumplan ninguna — Vamos, hay que llamarla.

Me dirijo hacia la puerta, puesto que no podemos ni llamarla debido a la falta de nuestros móviles. Le hacemos un gesto a Celia, la cual nos espera en la barra y salimos lo más rápido de ahí. Uy, no me he despedido de la rubia, lo siento por ella.

— Víctor, tranquilo — dice la chica que nos acompaña nada más salir de la discoteca.

— Llámala, que no tengo batería — me pide Álex. Sí, sé de sobra que no la tienes, cabrón. Si fuera así no estaríamos en este lío.

— No tengo su número — caigo en ello en cuanto desbloqueo mi móvil — ¿Tú sí?

— Sí.

— ¿Por qué?

— Me le dio ella — responde como si fuera algo obvio. De obvio nada, ¿qué hace dando su número de teléfono a este?

— ¿Por qué?

— Se le pedí.

— ¿Por qué?

— ¡Que solo me cae bien, joder! — responde con enfado, dándose cuenta de la expresión que estaba adoptando mi rostro — Tú tienes el número de mi chica y no te digo nada.

— ¡Eh! — nos interrumpe la susodicha — ¿Desde cuándo soy tu chica? — ambos le miramos, atentos a su respuesta. Ay, tío... El subconsciente le ha delatado.

— ¡Kiara! — señala detrás de nosotros. Nos giramos, acabando por localizar a la nombrada.

Está a unos metros de nosotros, contra una pared y con el otro imbécil muy cerca de ella. Suspiraría con alivio si no fuera por la actitud tan descarada con la que están tonteando. ¿De qué hablan? ¿Por qué están tan cerca? ¿Por qué están riéndose?

— Al menos está bien — comenta Celia, eso no me tranquiliza. No tiene nada que hablar con ese tipo.

— ¿¡Bien!? — grito en cuanto soy consciente de sus palabras — ¡Está hablando con un tío que puede ser peligroso!

— Están delante de todo el mundo, no la va a hacer nada. Igual le está sacando alguna información.

— ¿¡Poniéndole las tetas en la cara!?

Si te las pone a ti, no te quejarías tanto.

— ¿De qué te sorprendes? Es lo que la has pedido que haga — ruedo mis ojos ante las ciertas palabras de Álex — ¿Pensabas que iba a coquetear con él a un kilómetro de distancia?

Quiero aclarar que el que esta loca coquetee con un tío me importa menos que la vida sexual de mis padres, lo que pasa es que no sabemos nada de este tipo y el hecho de que frecuente estos lugares no me da buena vibra. No es preocupación por ella, es no fiarse de con quien se está juntando y...

— ¡Como la bese, me hago un collar con sus huevos! — vocifero en cuanto veo su cara acercarse a la de ella con mucha decisión. Si yo no me he podido liar con ella, este tampoco.

— ¡Saca ahora la foto, idiota! — asiento ante el mandato de Celia, pero justo cuando voy a hacer lo que me ha dicho, el tipo se despide de Kiara con dos besos en la mejilla y se va calle abajo. Mierda, no me ha dado tiempo — ¡Chss! — la chisto en alto para que se dé cuenta de nuestra presencia.

⚡TORMENTA DE ARENA ⚡#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora