- Ay Dios, qué mal rollo – camino en círculos alrededor de la alfombra de mi oficina. Tengo una mezcla de sentimientos, estoy entre acojonado, preocupado y asqueado desde lo que me pasó ayer en la joyería - ¡Me he tragado un anillo!
- ¿Te vas a morir? – paro de golpe cuando Álex hace esa pregunta.
- ¡No! – respondo con rapidez, pero luego me quedo pensativo - ¿No, no?
- Qué coño te vas a morir – suspiro con un poco más de alivio cuando Celia le quita tanto dramatismo al asunto – Es un anillo, no una bomba que tiene cuenta regresiva.
- Entonces, ¿te van a operar? – miro de nuevo a Celia para que esta conteste por mí. Se me está revolviendo el estómago, no me gustan los hospitales ni las operaciones.
- Víctor, has llamado cinco veces al médico y te ha dicho que no te preocupes, que los vas a expulsar de forma natural.
- Ah entonces tienes que comer fibra, tío.
- Es que no me fío de ese médico. Quiero una segunda opinión, voy a llamar a Houston.
- Pues te van a decir lo mismo, pero en inglés.
- Go to the toilete.
- ¡A que te pego!
- Ya, ya – Celia me detiene en cuanto me ve unas claras intenciones de cumplir mi amenaza – Víctor, solo tienes que esperar y comer alimentos que te ayuden a ir al baño.
- Come kiwis.
- No me gustan.
- Pues son muy buenos, yo con ellos voy puntual cada mañana.
- Gracias por ser tan gráfico Álex – aparto el pelo de mi cara y me tiro en el sofá - ¿Dolerá cagar eso?
- Igual sí, es muy duro.
- Y cambiando de tema porque este me está empezando a poner un poco incómoda... - sonrío dándome cuenta de la expresión de asco de Celia - ¿Cómo acabaste comiéndote un anillo?
- Fui con Kiara a recogerle porque un amigo le había encargado, se le probó y como no salía tuve que lubricar – la explico como si fuera algo normal que pasa en mi día a día, que es posible, a mí siempre me pasa de todo – Lubriqué mucho con mi boca y me le tragué.
- No debería haber preguntado.
- Esas cosas pasan.
- No, eso no pasa.
- Pero... ¿follasteis? – habla mi amigo de nuevo tras escuchar nuestra charla.
- ¿Eh?
- Como has dicho que lubricaste.
- El dedo joder, no hicimos nada. Solo se la quedó el anillo atascado en el dedo.
- Oh pobre Kiara, ¿la dolió?
- Eso duele, se te empieza a hinchar el dedo y a poner morado porque no te llega la sangre.
- Pobrecita.
- ¿Pobrecita? ¡Se supone que el que tiene que cagar un anillo de diamantes soy yo! – cuando Kiara entra en conversación, ella es la víctima y los problemas míos no importan. Tócate los cojones.
- Por cierto, ¿dónde está?
- En su mesa leyendo lo que encontramos en la oficina del hotel – la he mandado hacer eso en cuanto ha llegado porque sabía que, si venía con nosotros, se iba a reír aún más de mí con ellos y no me da la gana. Bastante me vaciló ayer.
- Oh, entonces que venga – Álex pulsa el botón rojo de mi teléfono, el cual me comunica con ella – Kiara ven a mi despacho ahora – habla poniendo la voz más gruesa, deduzco que imitándome.
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⚡TORMENTA DE ARENA ⚡#1
RomantizmDos desconocidas. Una noche. Una casualidad. Ninguno de ellos se imaginaba que ese momento se iba a convertir en el primero de muchos. Que la vida les tenía preparado un futuro que deberían compartir, sin darles opción a protestar. ⚡⚡⚡⚡⚡⚡⚡⚡⚡⚡ Libro...