- ¿No me puedo ir a mi casa? El anillo ese ya no es cosa mía – escucho la voz aguda y protestona de la mujer que camina a mi lado o, más bien, se desplaza por la carretera a consecuencia del agarre de mi mano en su brazo – Y me apetece perderte un poco de vista.
- Nena, si vas a mentir, primero debes aprender a hacerlo – niego con mi cabeza sin creerme sus últimas palabras, ella se muere por pasar más tiempo conmigo – Además, tu turno de trabajo acaba a las 2 de la tarde, todavía no es esa hora.
- ¡Esto ya no es trabajo!
- Tu responsabilidad es ayudar y acompañar a tu jefe en cualquier recado y asunto que tenga.
- Eso es verdad, pero hay un pequeño detalle que se te olvida.
- ¿Cuál?
- ¡Tú no eres mi jefe! – grita en mi oído, literalmente.
- Joder, ¿no puedes hablar sin chillar?
- No, al igual que tú no puedes decir ninguna palabra coherente.
- ¿Quieres palabras coherentes? – la detengo cuando ya estamos en la acera, sin ningún peligro de que nos atropelle ningún coche – Vale, eres mi compañera de trabajo y te pido que me acompañes en este asunto porque todavía te queda una hora laboral.
- Así sí, gracias – sonríe al conseguir que se lo pidiera de mejor manera y yo, como de costumbre, acabo siendo el tonto que cede ante ella.
- Vamos, la joyería está al final de la calle – camino junto a ella mientras me fijo en los escaparates y las tiendas que me sirven de guía para encontrar más rápido el lugar que quiero.
- ¿Y se casa algún familiar tuyo?
- No, unos amigos. Aunque ella es como una hermanita para mí.
- Qué bonito, tienes gente que te aguanta – sonrío y la miro notando que el tono con el que pronuncia esas palabras es de broma.
- A mí me aguanta todo el mundo, pero primero tienen que conocerme. Deberías probarlo.
- ¿Aguantarte? Lo intento cada día con todas mis fuerzas.
- No, conocerme.
- Ya te conozco algo y nos iremos conociendo más con el tiempo, es lo que tiene trabajar juntos.
- No me conoces, porque sigues pensando que este trabajo me le he ganado gracias a que mi padre es el director de la empresa.
- ¿Y no es verdad?
- No – suspira amoldando un mechón de su pelo detrás de su oreja – Eso lo piensa la gente que no sabe nada de mí.
- Bueno está bien, siento haber dicho eso – me echa una mirada sincera y tranquila, lo que me da a entender que está arrepentida – Pero tú también me dijiste cosas feas y yo a veces soy un poco impulsiva.
- ¿Un poco?
- Lo mismo que tú eres de chulo.
- Oh, entonces eres la hostia de impulsiva – ríe y asiente dándome la razón – Yo reconozco cómo soy, mis errores y virtudes, pero también sé que la imagen que se crea la gente sobre mí se aleja mucho de la realidad.
- Pero a veces tú lo provocas.
- Claro, a nadie le importa cómo soy realmente, solo me conoce la gente que yo quiero.
- ¿Y por qué no dejas que todo el mundo conozca todo de ti?
- Porque pueden aprovecharse. Soy como esos coches de piezas pequeñas que puedes montar y desmontar con facilidad si descubres el truco, ¿sabes cuáles son?
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⚡TORMENTA DE ARENA ⚡#1
RomanceDos desconocidas. Una noche. Una casualidad. Ninguno de ellos se imaginaba que ese momento se iba a convertir en el primero de muchos. Que la vida les tenía preparado un futuro que deberían compartir, sin darles opción a protestar. ⚡⚡⚡⚡⚡⚡⚡⚡⚡⚡ Libro...