La canción Highway To Hell de AC/DC retumba en mis oídos como un puto martilleo que causa un punzante dolor en mi cabeza. Paso de ella y pongo la almohada sobre mi oreja para no escucharla más. Sin embargo, el maldito sonido insiste hasta hacerme cabrear.
— ¿¡Qué!? — boceo nada más descolgar la llamada.
— Oye, pedazo de cabrón — la voz de Sam me hace resoplar, vaya pelmazo es — A mí no me grites porque fuiste tú el que me pidió que te llamara a esta hora.
— Y te agradecí la primera llamada — froto mis ojos con los dedos y me pongo boca arriba, abriendo por fin los ojos — Pero esta es la sexta.
— Te conozco, gilipollas.
Suelto el aire con pesadez, no me queda otra que levantarme ya. Ayer le pedí a mi amigo que me llamara a esta hora porque sabía que, si no lo hacía, no había forma de que llegara pronto al trabajo.
— En la vida te has levantado a la primera — ríe cuando un sonido proveniente de mi garganta le da la razón — Bueno, ni a la segunda, ni tercera...
— Lo entendí — aparto mis sábanas y levanto mi cuerpo de esta cama tan cómoda — Perdón por el grito y gracias por llamarme.
Me disculpo poniendo mis pies en el frío suelo y avanzo hacia mi armario para elegir la primera ropa que me encuentre. No me lo pienso mucho, yo estoy guapo y follable con cualquier cosa.
— No tendría que haberte llamado si no te hubieses acostado tarde — controlo el no apretar mi puño contra la camisa blanca que acabo de agarrar en cuanto oigo esa frase — Te lo buscas tú solo.
— Sam — pronuncio su nombre en una clara advertencia — Yo que tú, me callaría — paso de recordar los motivos por los que ayer llegué a casa a las 2:30 de la madrugada y ahora sean las 7:30.
He dormido 5 jodidas putas horas. Bueno, un poco menos porque antes de dormir tuve que solucionar cierto problema corporal que me causó una loca con doble personalidad.
— Tengo razón, así que te jodes — nada, que sigue sin cerrar la bocaza. Pulso la pantalla y dejo mi móvil sobre la mesita en modo altavoz para poder vestirme con más rapidez.
— No tienes razón, ayer hice una obra muy altruista.
Ato aceleradamente los botones de la prenda que va a cubrir hoy mi pecho, dejando los tres superiores sin atar para que mi cadena de plata quede visible. Mi padre siempre me ordena que lleve corbata, pero en la vida le he hecho caso. Odio las corbatas, me ahogan.
— ¿Qué hiciste?
— Llevé a su casa a una mujer con problemas mentales que me encontré en medio de la carretera.
— Me estás dando la razón — frunzo mi ceño ante su respuesta — Has dormido poco porque te has quedado follando.
— No me la follé — replico de inmediato — ¿No escuchas? Era una loca — me subo el pantalón negro de traje, abrocho el cinturón del mismo color y me meto la camisa por dentro — Yo no me follo a locas.
— ¿Por qué dices que estaba loca? — maldigo cuando me doy cuenta de que el zapato que intento meterme corresponde a mi otro pie. Qué susto. Ya pensaba que mis pies eran deformes o que me habían timado con estos nuevos zapatos — Y a ti las locas son las que más te ponen.
Cómo me jode que me conozca tanto.
— No es verdad — miento mientras me hecho la colonia Pure XS de Paco Rabanne en el cuello y las muñecas — Y la tía esa era muy rara y algo idiota.
He de reconocer que esta colonia la compré hace un año por culpa de la propaganda televisiva que la hicieron. Bueno, fue idea de Scott, pero acabó convenciéndome y resultó que me quedaba bien el olor. Según el anuncio, el hombre se la echaba y todas las tías corrían detrás de él como perras en celo. No funciona, comprobado. Aunque tampoco lo necesito.
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⚡TORMENTA DE ARENA ⚡#1
RomanceDos desconocidas. Una noche. Una casualidad. Ninguno de ellos se imaginaba que ese momento se iba a convertir en el primero de muchos. Que la vida les tenía preparado un futuro que deberían compartir, sin darles opción a protestar. ⚡⚡⚡⚡⚡⚡⚡⚡⚡⚡ Libro...