23. ⚡Acción evasiva⚡

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Siento una sensación extraña en mi persona y un bloqueo mental que me hace desorientarme en relación a dónde estoy y lo que estoy haciendo. Sigo sin creerme que la esté besando. A la loca que me insulta, que se burla de mí, que me hace perder el control, que tiene un carácter de mierda, que no me aguanta. La estoy besando. Aunque técnicamente esto no es besar, solo estamos juntando nuestros labios. Tanto no es, ¿no? Esto es fingir para que no nos pillen. Seguro que esto queda en una simple anécdota de mi oficina, el día que nos besamos para que no se jodiera nuestro plan.

Bah ni siquiera puede considerarse un beso, de estos me los daba yo en la guardería con dos años. Así que igual ni... Oh, vaya. Parece que mi boca no quiere que se quede en un simple contacto bucal parecido al de dos niños. Mis labios empiezan a probarla, a moverse sobre los suyos, queriendo más movimiento y contacto. Qué hija de puta, no me está haciendo caso, yo no quiero hacer esto. No me hace caso.

- Para ya – susurra contra mis labios y pone las manos en mis hombros para separarme.

- Disimula un poco, que parece que en vez de tu novio soy un sapo asqueroso con verrugas en los labios – murmuro separándome un poco y mirando sus ojos.

- Un sapo me besaría mejor que tú.

Ah, ¿sí? Ahora vas a ver, nena.

- Tú te lo has buscado – a mí nadie me deja de mal besador, encima de que me estoy controlando para que ella no se sienta incómoda. Pues nada, que no se puede ir de fino por la vida.

Agarro su largo pelo en un puño, intentando coger lo máximo posible con mi mano y la vuelvo a besar más bruscamente. Choco nuestras bocas, inclino mi cabeza hacia la derecha y abro sus labios con los míos para que mi lengua pueda colarse entre ellos. Contra todo pronóstico, ella me recibe sin poner ninguna resistencia. No sé si será por disimulo o por si está conforme con mi forma de besarla. De todas formas me da igual, yo voy a lo mío. Abro mi boca y la muevo por inercia cuando nuestras lenguas entran en contacto, jugando entre ellas y siguiendo un ritmo acelerado que tenemos ambos parecido. Una mano me empieza a acariciar la nuca y unos dedos se enredan en el poco pelo que tengo ahí, haciéndome cosquillas y creándome una sensación agradable. Me gusta que hagan eso mientras me besan.

Suelto su pelo para que mi mano acabe en su mejilla, me tengo que resistir a bajarla hacia abajo porque ya me veía que esta mano iba a ir hacia su cintura para moverla y hacer que su cuerpo quede sobre mí. No Víctor, eso no, mal. Cuando me siento agitado y con falto de aire, separo nuestros labios. Mi labio inferior parece que queda atrapado por unos dientes, los cuales me lo mordisquean y lamen antes de soltarle.

- Parece que te gusta que este sapo te bese – rozo nuestras narices y sonrío sobre su boca.

- O se me da muy bien fingir.

- Mentirosa... - bajo unos centímetros mi cabeza para que mi cara quede entre el hueco que hay entre su hombro y cuello, con la intención de besar y lamer este último – Qué rica estás.

- ¿Tú crees? – utiliza sus uñas para arañar con suavidad entre mi pelo, como siga así me voy a poner... Algo tonto.

Dirás más tonto de lo que ya estás.

- Ajá – estoy confesando cosas que luego va a utilizar en mi contra, pero mis neuronas están en bajo mínimo ahora mismo – Mucho más de lo que me había imaginado.

- Ya te dije, soy mejor que todas tus fantasías.

Chupo fuerte su cuello y vuelvo rápido a su boca para comérsela con más ganas que antes. Mi mano ya no sigue la orden de mi cerebro, está dimitiendo igual que mis labios. La cojo de la cintura y la pongo a horcajadas sobre mí sin dejar de besarla, situando mis dos manos en sus costados para pegar todo lo que pueda nuestros cuerpos. Me encuentro sumido en una sensación tan buena y placentera que mi raciocinio solo puede pensar en que me pasaría así, sin parar el resto de la noche.

⚡TORMENTA DE ARENA ⚡#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora