Dímelo a Besos

Beso 13: Marichat

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Beso 13

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Chat Noir no sabía a ciencias por qué el balcón de la casa de Marinette, lo hacía sentir de cierta forma, relajado. Así que fue durante una de sus patrullas en solitario, que decidió parar en el balcón de su amiga, sin presentarse. Solo se sentó ahí, en las protecciones, mirando el paisaje frente a él, haciendo que todas sus preocupaciones, inseguridades y malestares desaparecieran.

¿Quizás la vista era relajante?

Estaba por irse, cuando sintió que la trampilla detrás de él se abría y su compañera se asomara. No necesitaba voltear a verla, para saber que lo miraba con real confusión.

—¿Chat Noir? —preguntó, saliendo al balcón, tensionando al superhéroe—. ¿todo bien? —interrogó, apoyándose en las protecciones del balcón junto a él.

—Sí. Todo bien —respondió Chat Noir, mirando la media luna del cielo—. Solo me detuve un momento de su patrulla nocturna, a admirar las estrellas.

—¿Desde mi balcón? —comentó con cierta suspicacia.

—Es que tu balcón tiene algo —dice, sin mirarla—. Una sensación mágica y de tranquilidad me embarga cuando paso por aquí, no sé si será la vista o qué... pero me hace sentir tan tranquilo.

Marinette lo observó, haciendo que su espalda se pegara a la barandilla, cruzándose de brazos. Bueno, ella sentía exactamente lo mismo, amaba su balcón, se sentía en paz y tranquila ahí, rodeada de sus flores, con la vista al Sena y Notre Dame.

—Es que me tiene a mí —respondió en tono de broma, pero el chico no lo descubrió hasta que la miró sonreírse de forma tan burlesca. También sonrió.

—¿Eso ha sido un chiste? —exclamó, poniéndose de pie sobre la protección—. Creo que no estoy preparado para eso, voy a saltar.

—¡Dale! —exclamó emocionada la chica, con sus puños cerrados frente a ella—. Siempre quise ver si los gatos caen de pie —Chat Noir frunció el ceño y apretó los labios— ¿Qué? —dijo, jocosa—. ¿No puedes?

—Claro que puedo —contestó, pero se volvió a sentar en su lugar, con los pies aún hacia fuera—. Pero no cumpliré tu deseo de verme caer.

—No quería verte caer, solo comprobar la teoría —respondió, terminando en una risa que hizo que Chat Noir la mirara.

—Estás bien divertida, ¿no?

—Pues sí —afirmó, volviendo a la posición de brazos cruzados—. No todos los días te encuentras a un superhéroe de París en tu balcón, y que encima, lo encuentre como un lugar mágico.

—Sí, puede que tengas razón —contestó el enmascarado, volviendo a mirar hacia el cielo. Marinette se apoyó junto a él para también observar las estrellas. Ambos se mantuvieron en silencio un par de minutos hasta que el superhéroe suspiró y giró sus piernas hacia el interior del balcón.

—¿Eh? —confundida por el movimiento, Marinette observó al superhéroe que le tomó la mano y dejó un beso sobre sus nudillos.

—Buenas noches, Marinette, este superhéroe debe regresar a casa —ella solo afirmó con su cabeza, antes de que el chico saltara fuera del balcón, hacia el colegio y luego se perdiera de su campo de visión.

Marinette se quedó ahí, parada observando su mano. No era la primera vez que el chico realizaba ese gesto, entonces, ¿Por qué se sentía tan extraña?

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¡Y algo lindo y cortito para el día de hoy!

Al fin puedo postear cuando corresponde ;o;

Prompts del día: Un beso suave en el dorso de la mano del otro. 

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Palabra: 538

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Muchas gracias por sus palabras ;o; Me hacen tan bien cuando ando con las energías medias apagadas. <3

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Aquatic~

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13 de Octubre 2021