Dímelo a Besos

Beso 30: Adrinette

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Beso 30

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Adrien había tenido una vida bastante solitaria, hasta que empezó a ir al colegio y un sinfín de realidades y experiencias se abrieron frente a él. De hecho, a toda esa experiencia y a los amigos que hizo, tenía que sumarle su vida de superhéroe que, por primera vez, lo hizo sentirse útil, que podía aportar algo al mundo.

Y aunque había tenido altos y bajos, sentía que él había nacido para ser Chat Noir, para conocer a Plagg, para adorar a ese sarcástico ser mágico y sin duda, para conocerla a ella.

Ladybug, realmente, fue un soplo de aire nuevo en su vida. Lo cautivó completamente, metiéndose bajo la piel, en su corazón donde se instaló y no se marchó nunca más. Ella quien podía ser tan fuerte, decidida, incluso, hasta hiriente; en el fondo, él sabía que era la "máscara" que ella ocultaba para calmar sus inseguridades y miedos. Pues, Ladybug, finalmente, había sido igual que él, solo una adolescente que tuvo que manejar las dolencias del crecimiento, con salvar París de un hombre despechado que no había podido aceptar el destino de su esposa y encima, cuidar y proteger la caja Madre de los Miraculous.

Adrien suspiró.

Aun con el paso de los años, seguía admirando el trabajo que había hecho Marinette como Ladybug. Cuando supo la verdad, cuando conversaron de todas esas cosas que desconocían del otro.

No pudo más que enamorarse otra vez de aquella chica.

Sobre todo, después de todo lo que le llovió al enterarse que su padre era el villano del cuento, como Marinette con sus palabras, con sus abrazos cargados de afecto y sus ocurrencias, lo habían ayudado a permanecer de pie.

Sonrió y se acercó, hacia su esposa que dormía junto a él, dejándole un beso en la frente, luego otro en la nariz y finalmente otro en los labios.

Sintió como Marinette se movía con algo de molestia, pero simplemente sonrió antes de volver a atacar con besos el rostro de su mujer.

—¿No me dejarás dormir más? —le preguntó Marinette, sin abrir los ojos.

—No, ya es hora de levantarse —respondió, repitiendo nuevamente la rutina, beso en la frente, en la punta de su nariz, pero esta vez, en vez de los labios, besó su mejilla, su mentón y luego los labios.

Marinette solo sonrió, pues aquel acto siempre le daba cosquillas. Sin abrir los ojos, trató de besarlo, pero falló, besándole el mentón, el rubio cerró los ojos y también participó con ella de sus besos a ciegas, tratando de encontrarse de alguna forma para darse un buen beso de buenos días, antes de empezar con sus rutinas diarias.

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Prompts: Besos matutinos que se intercambian antes de que ninguno de las dos abras los ojos, besándose a ciegas hasta que sus labios se encuentran en un feliz encuentro.

Si bien el prompts era "antes de que ninguno abra los ojos" Se me hizo bonito hacer que Adrien la observara mientras recapitulaba un poco su vida. xD Al menos Marinette nunca los abrió (?)

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¡Al fin solo queda uno!

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Aquatic~

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19 de Noviembre 2021