➪Kimura Yume, una chica que padece de esquizofrenia. Después de la pelea de Moebius, llevan a Draken al hospital, en el cual se encuentran a una chica que despertó por el ruido que había, encontrándose a muchos pandilleros en la sala de espera.
Come...
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Después de subirme en la moto, antes de que arrancará le hablé.
— ¿Te importa si vamos haciendo estas cosas de la lista? — le dije pasándosela y el la agarró para leerla.
— Claro que no — dijo poco después de leer el título, pues no había necesidad de leerlas, ya que las iríamos leyendo conforme las íbamos realizando.
Así comenzó mi día después de salir del hospital.
Ahora sí, arrancó la moto para comenzar a hacer lo primero que puse en la lista.
Tomar un menú infantil junto aJiro.
Ese fue la primera cosa que se me ocurrió en apuntar, pues Manjiro me había dicho que los menú infantil con banderita del restaurante que frecuentaba estaban deliciosos.
Llegamos al restaurante y nos sentamos en una mesa, yo me senté primero y pide ver cómo Manjiro se sentó a mi lado, a pesar de tener un sitio libre en frente, yo lo miré extrañada.
— Quiero estar cerca tuya — dijo mirándome dándome una sonrisa muy linda.
— Claro — dije ofreciéndole una sonrisa también.
Pedimos dos menú infantiles y de mientras hablábamos de cosas triviales esperábamos a que llegara nuestro pedido.
— ¿Y que es lo siguiente de tu lista? — preguntó con interés.
— ¿uh? Deja que mire —
Metí las manos en el uniforme bolsillo que tenía el vestido y de este saqué el papel, abriéndolo comenzando a leer lo que podríamos hacer por ahora.
— Ya lo tengo — dije después de inspeccionar un poco la lista.
— ¿Que es? — preguntó pero yo negué con una sonrisa, en señal de que no le iba a decir ahora — Mo~ no me dejes con la curiosidad —
Comenzó a hacer un berrinche pero paró cuando llegó la comida y un brillo inundó sus ojos junto a una ilusionada sonrisa.
— Esto . . . ¡está delicioso! — hablé con alegría y continué comiendo.
— Abre la boca Yumeko-chan —
Yo aparté la vista del plato mirándolo, pero no me dió tiempo a decir nada cuando un trozo de su pitanza llegó a mi boca.
— Ahora como yo te dí un trozo de mi comida tienes que tu también darme un trozo de la tuya — acotó con una sonrisa mientras abría la boca.
— Claro — contesté chistosa por su infantil reacción.
Con mi tenedor agarré un poco de comida y la sumergí en su boca, él sonrió mientras masticaba.
— Me alegra haberte conocido Jiro — dije con una amplia sonrisa que achinó mis ojos.
