[ ɪ'ʟʟ ꜰɪɢʜᴛ ꜰᴏʀ yᴏᴜ ] 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨 𝟏

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1970

Capítulo 22: 
Eminente guerra

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El equipo estaba frente a la vieja estructura, la vegetación había hecho su trabajo después de tantos años, habían árboles y hierbas creciendo encima de esta. Jones con ayuda de Dum rompieron la entrada que estaba cubierta por ramas. Jim silbo al ver el desastre por dentro, habían ciertos agujeros en la planta superior, probablemente provocados por el mantenimiento nulo y la naturaleza.

Howard se acercó a una entrada que se le hizo familiar, estaba medio oscuro porque las ramas cubrían las ventanas pero podía ver. Camino hasta unas cajas metálicas. Sacudió un poco el polvo y vio ese sello maldito de los Hydra. La abrió y estaban las armas que alguna vez dejaron, oxidadas o viejas por tantas décadas siendo abandonadas.

—Nunca vinieron...

—Tenían las armas con la tecnología de ese cubo que vio el Cap... ¿Para que usarían armas anticuadas?—comentó Monty agarrando ese arma que le trajo recuerdos de la época de guerra.

—Bueno cuando fuimos atacados por estos agentes Hydra, aun tenían armas normales, algunos no, algunos si—les informó Edwin quien se puso a observar el lugar, abrió otra caja y ahí estaban algunas latas de comida. Quizás ya estaban rancios. Habían algunas mordidas por las ratas.

—Aún me parece increíble que hayan escapado de esos tipos teniendo tan pocos recursos. ¡Es casi imposible de creer! Incluso después de tantos años—les decía Jim mientras agarraba una rama para mecerla de un lado a otro. Las hojas golpearon a Dernier y Jim carcajeó.

Howard sonrió de lado—Edwin era los músculos, yo la mente.

Edwin lo miró de reojo. Howard le hizo un gesto y siguió investigando.

—Entonces... ¿Nunca averiguaron más de este sector?—Preguntó Jones.

Edwin se rasco la cabeza recordando, con el arma larga señaló hacia un lado—Allá hay otra habitación, ahí tenían medicamentos y esas cosas. Pero más de estos pisos nunca, me dio por revisar... la primera vez que vine fue porque necesitaba curarme y la segunda para buscar medicamentos para Howard.

—¿Nos dividimos...? —preguntó Dum después de un rato.

—Después de que esté se cayó, no creo que sea gran idea—les dijo Jim. Dernier rodó los ojos.

—¡No me di cuenta que había un gran cráter!

—¡Estaba justo al frente tuyo!

—Estaba tapado apenas con unas hiervas disimuladas.

Jim solo hizo una queja y Dernier lo fulminó con la mirada.

—De acuerdo. Dejen de pelear por banalidades, ¡Parecen niños! Nos iremos en grupo. Jones, Dum, Monty y Dernier irán juntos. Jim, se va con nosotros.

Todos estuvieron de acuerdo y los grupos se fueron a cada piso que se les asigno, el grupo par, revisaría el piso tres, mientras que el grupo impar el segundo.

—Ten cuidado donde pisas—le aconsejó Edwin a Howard.

Este lo observó con ceño fruncido y siguió caminando. Jim empezó a reír bajito, pero suficiente para la molestia de Edwin.