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1942

Capítulo 5: Orgulloso de estarlo

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Howard iba en silencio en el auto, cruzado de brazos, mientras veía hacia afuera de la ventana. Su padre estaba a su lado, viendo documentos de la empresa.

Un hombre de casi 60 años, mirada dura. Era inclusive más alto que el. Había creado la empresa Stark hace unos años y últimamente está más ocupado por la guerra. El también se ocupa de eso, pero no tanto como lo hace su padre, por eso es que fue a la base y ayudó en el proyecto renacimiento cuando le llegó la oportunidad, parece que confiaban en el que en su padre, o eso fue lo que le entendió al Dr. Erskine. Nunca le contó de esto a su padre.

Prefiere guardar silencio a otra cosa.

Le dio otro vistazo a su padre, quien solo se ocupaba de firmar cosas en esos documentos. ¿Algún día será así para el? si es que llega tan esperado día.

—Pensé que ibas a hacer algún preparativo—le mencionó su padre de repente sacándolo de sus pensamientos. Tenía un tono de desinterés que Howard pudo escuchar a lo lejos.

Howard apenas hizo un gesto por lo dicho y contestó—No le veía importante hacer algo-

—Bien—interrumpió su padre, y Howard dictó hacer una mueca por ello, molesto, como siempre su padre lo interrumpe para no escucharlo.

Suspiro levemente—¿Te quedarás a cenar?

—Hay cosas importantes que hacer en la empresa.

—Si me dejarás ayudar, no tendrías que-

—Esta a mi cargo. No te metas Howard, la empresa es algo en lo que debo encargarme. Sigues joven para algo así.

Howard frunció el ceño—Tengo 19 años ahora padre, ya se lo capaz que soy. ¿O olvidaste todo lo que pase el año pasado?

Su padre bufo y carcajeó levemente para el coraje de Howard.

—Sobrevivir en plena batalla. Es lo que tenías que hacer, eres un Stark. No retrocedemos ante el peligro niño.

Howard mantuvo silencio antes de que querer explotar, por lo que mejor aruño la palma de sus manos para liberar su rabia. Llegaron a la mansión y su padre ni siquiera se despidió cuando salió del auto. Solo observó como la elegante carroza se fue.

Entró a la mansión, siendo recibido por cierta cerbidumbre, después pasó por la gran terraza que se encontraba y ahí estaba unos jardineros haciendo su trabajo. Uno de ellos se percató de su presencia y se levantó de su lugar quitando levemente la tierra de encima.

—Joven Howard, que gusto verlo de nuevo por aquí en casa—era un señor de tez morena, cabello oscuro ya con tonos blancos por la vejez bajo esos típicos sombreros de paja para el sol. Era un señor que ya tenía bastante años trabajando para los Starks.

Howard sonrió de lado por ello—Gracias Eric... La casa se ve igual, linda por su jardín —apenas se inclino para tocar algunas de algunas flores.

—Jm, no es nada. Tengo ayuda extra—Justo el hombre señaló atrás donde estaba unos de sus jóvenes hijos. Este salto, desprevenido que su padre lo fuera a presentar a uno de los Stark.

—Buenos días señor-

—Solo dime Howard no es molestia, solo que cuando esté mi padre dime joven—Howard le guiño el ojo para que entendiera. El chico asintió y siguió con lo suyo. Howard no era muy duro con la servidumbre, en cambio su padre si lo era, mucho para su desagrado. El joven Stark literalmente fue criado por todos aquí y no podría verse tratando mal a estas personas.

 [ ɪ'ʟʟ ꜰɪɢʜᴛ ꜰᴏʀ yᴏᴜ ] 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨 𝟏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora