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[ Interludio 1 ]
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Ezequiel no se inmutó al momento cuando encendieron las luces blancas, solo mantuvo su cara fruncida y mueca en sus labios. Apenas tenía una bandita sobre su nariz que aún seguía curándose del golpe que le hicieron.
Se rasco el mentón como pudo porque tenía sus manos encadenadas, el metal frío ya molestaba y aruñaba sus muñecas.
Su mirada se dirigió a la puerta metálica que se abrió dejando pasar a la agente Peggy Carter.
—Buenas tardes—saludo la mujer cordialmente mientras veía su reloj, se sentó en el otro asiento al otro lado de la mesa.
Ezequiel hizo una cara.
—¿Qué? ¿Vamos a jugar al policía bueno y malo? ¿Dónde está el otro? —preguntaba mientras miraba aquel vidrio donde veía su reflejo pero no veía lo que sucedía del otro lado.
—Si quiere, lo puedo llamar. Pero le aseguro que su nariz no será lo único que romperá si me atrevo a invitarlo.
En ese momento Stane cambio su cara de arrogancia a uno más serio.
—¿Ese imbécil está aquí?
—Ese imbécil, joven Stane—le decía mientras abría sus documentos—Fue un Teniente de gran reconocimiento en la filas del ejército británico, grandes títulos y capaz de matar a un batallón por su cuenta. Si, ese imbécil está aquí y para nada está contento de que usted haya herido a unos de sus más cercanos.
Ezequiel chasqueo los dientes, pensaba que ese maldito inglés era un mayordomo de pacotilla cualquiera pero la realidad es que ese tipo pudo golpearle la cara y dejarlo inconsciente sin ningún esfuerzo.
—Ezequiel Stane, esta acusado bajo los cargos de acoso sexual, allanamiento al hogar de los Stark, agredir a uno de sus empleados y no solo eso, sino también el manejo de sustancias ilícitas. Tantas cosas para alguien tan joven. Antes que se me olvide tu padre no va ayudarte, aunque también está bajo vigilancia, extraño que no quisieras compartirle esto.
Ezequiel mostró indiferencia, era obvio que su padre iba evadir todo esto, bueno de todos modos no lo involucró, nunca se lo comento. ¿Quién quisiera un hijo con preferencias sexuales diferentes?
Peggy cerró el folder y cruzó sus manos bajo su mentón.
—¿Cómo pudiste enterarte de toda esa información acerca de Howard Stark?
—¿De qué habla? —respondió muy ingrato— ¿acaso pensaron que todo eso se lo iban a guardar para siempre? ¿De que ese Stark es solo el resultado de una-
No terminó su pregunta porque Peggy lo estrelló contra la mesa con fuerza, este paso sus manos sobre su rostro adolorido.
Peggy respiro hondo—Continuando. Esa información está guardada en un lugar super secreto. Solo pocos tienen acceso. Nadie más.
—ugh, maldición, hija de perra—se quejaba Ezequiel mientras intentaba mirarla.
—¿Cómo fue que llegaste a eso? Enserio hiciste un viaje hasta Washington solo para eso. Con una finalidad tan nefasta y asquerosa—Peggy lo miró con furia en sus ojos cafés.
—¿Un viaje a donde? —repitió Ezequiel para la sorpresa de Peggy quién alzó una ceja—No se de que hablas bruja, no tengo ni puta idea-
—Dile otro insulto como ese y te aseguro que tu nariz no será lo único que va estar roto—hablo Edwin Jarvis mientras entraba a la sala blanca.
Ezequiel se pudo decir que se puso pálido. Antes había visto a este hombre, era de mirada relajada, actitud que era imposible pensar que podría matar a una mosca. Pero ahora era una persona super distinta, mirada estoica, quijada tensa y porte fuerte.
Edwin golpeo la mesa con la mano abierta haciendo brincar un poco a Stane—Fuera los insultos y explica de nuevo, ¿Quién te ayudó?
El Stane torció una leve mueca mientras sudaba frío desde su cuello.
Estaba ante dos policías malos, que podrían romperle la cara si lo quisieran.
Suspiro.
—No fui a Washington. Alguien me entregó esto, junto a un contacto para conseguir la droga.
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Una mujer mezclaba el azúcar en su té de limón, después sorbio un poco de este. Un mesero se le acercó preguntando si quería algún postre para acompañar a lo que ella dijo que quería algunos buñuelos.
Un momento después, un hombre llegó hacia su mesa y ella no se inmutó ante su llegada.
—Te dije. ¿No es así? —dijo ella mientras recibía su postre.
—Solo quería jugar—se defendió divertido el hombre.
—Estás poniendo la misión en riesgo.
—yo no fui quien lo vio en persona.
—Pero fuiste tu quien envió a ese agente ante él —bebió el resto de su té—Estarán sospechando. Eso es un hecho.
—tsk, pues no sabrán de donde, ni de quien. Tengo todo bajo control hermanita—El agarro uno de los dulces y ella se quejo al respecto.
—Espero que si. Quiero mi deseo cumplido, ¿de acuerdo?
—Lo sé—respondió él antes de retirarse—lo sé.
La mujer solo mofo un poco antes de ver entre su cartera la foto del pequeño Stark en brazos de su madre, una foto sacada del titular de algún periódico.
Su sonrisa color carmín se extendió un poco y siguió con su postre.
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[ ɪ'ʟʟ ꜰɪɢʜᴛ ꜰᴏʀ yᴏᴜ ] 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨 𝟏
Fiksi Penggemar▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂ Me pregunto, ¿en qué nos podemos convertir? Incluso sabiendo los secretos y actos crueles que ha hecho alguno de los dos. ¿Qué podemos ser cuando llegue el momento? Se que haríamos lo que sea por el otro, dar todo nuestro amor o i...