Dame tu mano

Capítulo 8

-Última llamada, para el Expresso de Hogwarts- El grito estalló en el andén de Hogsmeade, todos los estudiantes se apresuraron a correr y subirse al tren ya que nadie quería rezagado en el colegio. Harry fue arrastrado por Ron y Hermione hacia los compartimentos de la mitad del tercer vagón. El de ojos verdes suspiro sabiendo que mejor no discutir con ellos. Gran parte de la mañana Harry se la pasó escuchando a Ron quejarse de  las posibles tareas que tendría que hacer  en su casa, explicándole a Hermione de que se trataba desgnomizar el jardín y escuchando sobre el juego familiar que tenían para hacer más amena la tarea de acabar con los gnomos que invaden cada verano el jardín de su madre. También escuchó como la castaña pasaría sus aburridas vacaciones en Francia ya que sus padres tenían una conferencia muy importante.

-Que harás este verano Harry?- preguntó Hermione mientras desenvolvió un pastel de calabaza que había comprado en el carrito que vendía golosinas.

-No mucho supongo…- miro por la ventana un momento antes de continuar, le dolían las actitudes de ambos, Harry había creído en su amistad, después de todo eran sus primeros amigos, pero las palabras de ambos  siempre eran muy dañinas – creo que tío Vernon querrá que repinte el frente de la casa, a tía Petunia siempre le gusta que esta como nuevo cuando llega el momento de la premiación por el jardín más bonito..-

-Vaya compañero… eso es trabajo..- dijo Ron mientras comía su cuarta rana de chocolate

-Es normal que te pidan ayuda Harry.. eres pequeño y si como dices tus parientes son muy grandes, tú eres el que la escalera más soporte.. no deberías quejarte tanto..-Exclamó Hermione mirándolo reprobatoriamente, como cuando miraba a Snape en clase de pociones y el maestro le corregía la posición – Mis padres también me encargan algunas tareas del hogar..- agrego ella, a lo que Harry solo pudo alzar una ceja, ambos sabían perfectamente que  él no solo tenía algunas tareas del hogar, tenía todas y cada una de las tareas del hogar. Pero nuevamente Harry no quiso continuar con la discusión, no tenía sentido, sabía que no lo escucharía, ambos se habían encargado de hacerlo menos en cada situación posible. Solo deseaba poder estar nuevamente con su maestro de pociones, Harry ni siquiera se atrevía a abrir el libro que le regaló su maestro por miedo a que sus compañeros de vagón le dijeran algo o lo acusaran.

Severus tomó su tercera taza de café de esa mañana,  había sido convocado  a la sala de profesores inmediatamente  los estudiantes se marcharon en el tren. El pocionista había pasado toda la mañana en la sala común de Slytherin ayudando a todos sus estudiantes a empacar, sobre todo los primeros años que habían olvidado meter muchas cosas en los baúles y tuvieron que hacerlo de último minuto. Luego de la ardua tarea y de muchos movimientos de varitas y hechizos de levitación todos los estudiantes estuvieron en el tren rumbo a King Kross.

Para cuando la tercera taza de café se hubo acabado la reunión solo llevaba media hora de comenzar y estaba resultando ser una de las más tediosas en las que Severus había estado presente, se encontraba por demás de aburrido y realmente lo único que sentía era un deseo casi inhumano de hechizar al director de Hogwarts por todo lo que le había hecho pasar a su pequeño protegido. Pero lo que sin duda desató el conflicto en la sala de profesores fue el exacto momento en que Minerva Mcgonagal decidió cuestionar las  notas  adjudicadas hacia dos de sus estudiantes.

-Creo que estás siendo prejuicioso Severus..- agregó luego de confrontarlo

-La que no está siendo objetiva eres tu, la señorita Granger es incapaz de tener pensamiento crítico, si viene de un libro no lo cuestiona, e interrumpe mis clases, como si fuera ella la que tuviera una maestría en pociones..-  rodando los ojos agrego – Y Weasley no solo no tiene pensamiento crítico, sino que parece carecer de algún pensamiento, llegado este punto hasta Lombotton lo hace mejor..-