Capítulo 10

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-Por supuesto- ella lo miro atentamente, él sostenía fuertemente su bastón y evitaba mirarla- sientate y cuentame por favor..-

-Esto... tienes que ser muy discreta..- dijo el rubio aunque acepto volver a sentarse no menos tenso que antes

-Así sera, pero estas solicitando el divorcio?- pregunto

-Como..?-

-No eres el primer caso que golpea mi puerta Lucius..- dijo ella tirando por la ventana el formalismo ya que era un caso demasiado delicado para poner barreras emocionales -Cuentame todo, yo misma llevare el caso, y que tu abogado trate conmigo..-

-Gracias - dijo mientras concentraba su mirada en sus manos para tomar la fuerza de contarle a alguien además de Severus y Claus su situación personal en la casa

Severus recibió a Claus a la hora acordada en la sala de la casa, esa mañana había levantado al niño con bastante pesar, solo para verlo aterrado con la idea de ver a un medico, sin embargo, Severus le aseguro que era necesario para que él pudiera cuidarlo correctamente y ayudarlo a mejorar. Le había tomado casi cuarenta minutos de charla que el niño quisiera salir de debajo de las cobijas con dibujos de fenixs. Generalmente él no era la persona más paciente del mundo, pero sabía perfectamente como tratar con niños maltratados, era el tipo de niño que requiere más cuidado, más afecto y más atención y el estaba dispuesto a darle todo al pequeño, que era evidente lo buscaba a gritos ya que en poco tiempo se había vuelto dependiente de él.

Harry estaba sentado junto a su maestro en un sofa blanco perfectamente acomodado, el pequeño mago pensaba que la perfección de esa casa seria la envidia de su tía petunia, a ella siempre le gustaba tener el sofa sin arrugas, pero Harry recordaba que su primo siempre se sentaba allí y lo arruinaba, incluso lo manchaba, hasta que la mujer renunció a la idea de un sofa blanco perfecto. Movio sus pies hasta poder sentarse cruzando las piernas, en esa casa los zapatos se dejaban en la entrada, así que estaba con unas hermosas pantuflas azules que Severus le había regalado.

El niño observo como el mago castaño salia por la red Flu tragandose los insultos hacia la misma, no parecía muy cómodo con la idea de atravesar la chimenea y eso le saco una sonrisa, ya que él pensaba que eso debia ser la cosa más incómoda del universo.

-Buen día Severus..-

-Buenos días Claus, gracias por venir con tan poca anticipación..-

-No hay problema, es importante..- dijo mientras estrechaba la mano con el pocionista y dejaba sobre uno de los sofa de la sala su maletin de medico. - este es el jovencito?-

-Buenos días señor - saludo Harry correctamente, no queria hacer quedar mal a su nuevo padre, aunque estuviera muy disconforme con la idea de ver a un medico.

-Buenos días, como te llamas?- pregunto directamente agachándose para mirar al niño que se había parado justo detras de las piernas de su protector

-Harry Señor..-

-Harry.. mi nombre es Claus..- le dedico una sonrisa mientras se sentaba en el suelo, no necesitaba mucho para saber que ocurria con el pequeño, desde el tamaño hasta el comportamiento gritaban abuso grave, más de lo que él esperaba, así que comenzó por ganarse al niño ya que debía sentirse a gusto, si no, sentiría como un abuso sus acciones, incluso si eran para cuidarlo, Harry le dedico una sonrisa al verlo sentado en el suelo de la sala, y salio de detrás de las piernas de su protector, no le parecía un mal medico, de hecho le parecía más agradable que la enfermera de Hogwarts. -Sabes por que estoy aquí?-

-Sev dice que para ayudar a que me ponga mejor..-dijo mirándolo curioso y dedicándole una mirada al mencionado que se había sentado en el sofa mirando al medimago hacer su trabajo, con una mueca parecida a  una sonrisa.

Dame tu manoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora