9. El Motel

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16 de septiembre 2:50 am.

Liz

El motel se veía como el de una película de terror, genial.

Estaba completamente desierto, llovía y se veía nauseabundo. Mas les vale que no encuentre un muerto bajo el colchón, o será su cuerpo el próximo que encuentren.

― Recuerden, solo dos horas ― anuncia Elise bajando de la camioneta, las 4 nos paramos en el estacionamiento del lugar mirando fijamente la puerta de entrada ― Quiero salir del lugar antes de que salga el sol y un loco nos acecine con un hacha.

―Si es Poe Verne no me quejare en absoluto ― murmura Sue y la miro sobre el hombro, se encojé de hombros con una sonrisita.

Cuando Amelia planteo el problema de la fiesta, sabia que pasaría algo como esto. Nosotras mintiéndole a nuestros padres y todo yéndose al carajo. No se en que estaba pensando cuando accedí esta locura, por que si soy sincera sabia con certeza que todo se arruinaría así. Siempre pasa. Digamos que por separado somos personas con demasiada suerte ¿juntas? es como si pasaran mierdas tras mierdas.

Y conociendo nuestra esplendida racha de mala suerte diría que seria mejor ni haber frenado en este lugar.

Aunque debo admitir que ver a Amelia corriendo de un venado fue increíble, debí haberlo grabado. Tengo muchas memorias con cosas que hemos vivido juntas, amo documentar todo, tal ves en un futuro se los muestre a mis sobrinos ― o sea los hijos de ellas ― no pienso tener bebes, no señor. ¿Quién mierda quiere pasar por algo tan asqueroso y doloroso como un parto? las locas. Bueno tal vez adopte, si a esos pequeños les encantara ver las locuras que hacia de joven.

El interior del lugar es tan repugnante como el exterior, y el hombre detrás del mostrador no me genera buena espina. Agradezco que Amelia haya tomado el maldito bate, Elise se acerca con el rostro serio para pedir una habitación.

―Una habitación con dos camas, por favor ― deja un billete frente a el, el viejo se levanta y nos escanea con la mirada, hago una mueca de asco ante su mirada.

―¿no quieren una para cada una? Tengo el lugar prácticamente vacío ― sonríe, y Sue frunce el ceño al igual que yo.

Veo a Elise cruzar sus brazos y enarcar una ceja, Melia se coloca a mi lado escaneando el lugar. Elise es como la mama oso del grupo, siempre sale a gruñirle a los que se acercan lo suficiente y pueden ser una posible amenaza, a pesar de que sabe que todas somos capaces de sacar las garras y atacar a quien lo amerite. Miro aburrida mi entorno encontrando a un chico trapeando el suelo con audífonos puestos. Regreso a la realidad cuando escuchó un golpe en seco, Elise esta discutiendo con el viejo.

―¿crees que demore mucho en cansarse y darnos las habitaciones? ― murmura Sue.

― Te apuesto cinco dólares a que en menos de eso se cansara ― sonrió extendiendo mi mano hacia ella de forma discreta, estrecha mi mano sonriente y prestamos atención a la discusión del viejo con nuestra amiga.

―Mire señor ― gruñe esta pegando un manotazo al mostrador ― no me interesa lo que usted crea que seria mas cómodo para nosotras, ya le dije que quiero una UNA habitación. ¿se piensa que cosecho plata para gastar todo en usted?

―¿le decimos que es rica? ― murmura Sue divertida y niego de igual forma.

Se me esta haciendo tedioso todo esto.

¿no ve que estamos hecha mierda? deje de joder viejo decrepito.

― denos las putas lleves de una jodida vez ― gruño acercándome, el posa su vista en mi y le lanzo mi peor mirada ― me vale mierda que piense usted, es mi dinero y ninguna de nosotras es lo suficiente estúpida para quedarse sola en un motel con un viejo decrepito como usted... así que deme esa puta llave de una vez.

¿Que Es Lo Peor Que Puede Pasar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora