11. Huevos voladores

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16 de septiembre 6: 15 am

Amelia

Habíamos abandonado la cafetería en cuanto terminamos de llenarnos el estomago, debíamos retomar el viaje en carretera, estábamos consientes de eso, pero aun así llevamos la camioneta hasta un lado del pueblo y nos recostamos sobre la roca con los pies sobre el agua en la cual se reflejaba el cielo en plena alba con sus hermosos colores.

―¿cuando fue la ultima vez que vimos el amanecer juntas? ― murmuro Elise con las manos en las mejillas mirando extasiada el cielo.

―creo que en el verano ― se encoje de hombro Sue quien estaba tirada sobre su espalda a un lado de ella ― cuando fuimos con super D a el parque de diversiones.

―si nos quedamos en un motel ― sonrió recordando eso― nos escabullimos a la piscina del lugar... a mi padre casi le da un infarto cuando se despertó y no nos encontró en la cama.

― salió super desesperado ― ríe Liz a mi lado ― pero al final se sentó con nosotras.

Recuerdo perfecto eso, papa todos los veranos nos lleva a las chicas y a mi al parque de diversiones que hay a un par de horas de casa, es como una especie de tradición ya a estas alturas. Siempre nos quedamos en el mismo motel ― el cual gracias a dios no es como del que acabamos de salir huyendo― y siempre con las chicas nos sentamos en el borde de la piscina a las seis am para poder ver el amanecer, el verano pasado papa se durmió y no quisimos despertarlo, por lo que sin avisarle nos salimos de la habitación y fuimos hasta la piscina. Una hora después papa se despertó y casi se muere al ver que no estábamos en nuestras camas, creo que supuso donde estaríamos, por que fue al primer lugar al que acudió a buscarnos. pero eso no le quito el susto de encima, papa nos protege demasiado, en especial cuando se pone paranoico con las noticias de chicas desaparecidas.

no somos bobas, sabemos lo que pasa a nuestro alrededor. Pero nos negamos a encerrarnos en una caja de cristal, no por tener miedo dejaremos de vivir, por que queremos vivir Aventuras como estas, que a pesar de que no esta saliendo como queremos, las risas no han faltado, y si eh de admitir que estuve demasiado alarmada hace una hora, pero estado estos pocos minutos aquí con las chicas me di cuenta de eso, esta no será la primera ni la ultima ves que pasemos cosas como esas, por que así funciona ahora el mundo.

¿dejare todo simplemente por miedo? es un no definitivo. Hicimos mucho para llegar donde estamos ahora

¿casi nos roban? Si, ni que fuera la primera vez.

¿un ciervo casi me mata? Bueno nunca nos había pasado, pero será una anécdota que les contare a mis nietos.

¿nos enfrentamos a un viejo acosador? definitivamente no es la primera vez, pero si la primera donde es tan grabe el asunto.

Pero aun así seguimos aquí riendo entre nosotras, y eso es lo que importa.

Escuchamos un grito, no uno de dolor o miedo sino uno de enojo. Nos miramos entre nosotras antes de levantarnos y seguir el sonido de los gritos de la chica, por que definitivamente era una chica. La centramos lanzando cosas a un contenedor de metal, del interior salía humo por lo que suponía que estaba quemando cosas.

―¡Maldito canalla! ― grito lanzando papales al fuego ― ¡mi mejor amiga tenia que ser no! ¡maldito hijo de puta!

―¿creen que debemos acercarnos? ― murmuro Elise.

―tiene pinta de psicópata ― murmuro de regreso.

―Justo como me gustan― Ríe Sue acercándose a la chica que ahora si grita asustada.

¿Que Es Lo Peor Que Puede Pasar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora