2. EL PLAN PERFECTO

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13 de septiembre 13:20 PM
Amelia

Estaba nerviosa, muy nerviosa ¿Por qué estoy tan nerviosa? Mire la hora en mi reloj nuevamente, faltaban 30 segundos para que el timbre del almuerzo sonara. la ansiedad me puede, necesitaba hablar con las chicas urgente. Pero no pensaba saltarme clases, además las chicas tampoco lo harían. ¿por que me tuve que conseguir amigas tan rigurosas en los estudios? 

Bueno tiene sentido, las cuatro somos completamente diferentes, pero nuestra obsesión con buenas notas es algo que compartimos. En especial Sue, Liz y yo, necesitamos notas excelentes para poder entrar a la universidad. Elise, por mas que también ame sacar buenas notas, ella no depende de ellas para conseguir una beca. 

Pegue un salto sobre mi asiento y comencé a tirar todas mis cosas dentro de mi bolso, estoy segura que luego tendré todas las hojas arrugadas, pero en este momento no me importa. Me precipite hacia la puerta llevándome puesto a varios alumnos.

―Amelia ― Me paro en seco y miro sobre mi hombro al profesor Henryson ― ¿puede quedarse un minuto?

Me cago en la madre que te pario. 

― No ― Dije rápidamente, varios alumnos que pasaban a mi lado me miraron sorprendidos al igual que el profesor. 

― ¿disculpe? 

― No puedo quedarme un minuto ― repetí, mirando sobre mi hombro ― Tengo solo 45 minutos para almorzar tranquilamente, y ambos sabemos que su "minuto" se vuelven unos 15.

―¿no le dan 25 minutos para almorzar? ― enarca una ceja ― En mis tiempos nos daban solo...

― ¿y si me atraganto por comer apurada? ― Enarco una ceja también ― Además no me importa que hacia en su tiempo.

― Solo le pido que se quede un minuto.

― De hecho ― miro mi reloj y luego le sonrió ― ya paso un minuto y medio, fue un gusto hablar con usted.

Me fui a paso veloz dejando al profesor con una cara de sorpresa e indignación. ¿no quería un minuto? se lo di, jamás aclaro para que lo quería exactamente. Además, lo que tengo que hacer es mas importante. Y no solo hablo de comer, lo cual es importante, por que bueno hablamos de comida. 

Prácticamente atropelle a varios compañeros, quienes me recitaron poemas con mucho amor por hacer que tiraran sus cosas o tropezaran. Si definitivamente son poemas tan hermosos que mejor me los guardo para mi. Llegue al comedor a tropezones y busque a mis amigas por las mesas en las que solemos sentarnos, corrí hacia ellas cuando las encontré. El pelo de Liz era imposible pasar desapercibido. 

― ¿Cuál es el plan? ― dejo caer mi bolso a mi lado y las analizo, Liz comía tranquilamente con un libro en mano agache la cabeza para leer el nombre del libro "Los miedos de Ethan" ¿Cuántas veces se a leído ese libro?¿mil veces?

 Pase a analizar a Sue quien tenia sus rulos atados en un moño y dos rulitos cayendo sobre sus mejillas, comía tranquila. Y por ultimo Elise, quien tenia su llamativo cabello rubio recogido en una colita en cuando capto mi presencia deslizo una bandeja de comida para mi. Ella siempre me traía la mía.

― Buenos días para ti también ― murmura con una sonrisita haciendo que sus mejillas parecieran incluso mas regordetas. 

― ¿por que tanto ajetreo? ― Liz deja su libro a un lado y comienza a comer mirándonos atentamente.

― ¿Qué acaso no me prestaste atención cuando te dije que Dylan me invito a su fiesta?

― A decir verdad, nunca suelo prestarte atención ― se encoje de hombros, suelto un bufido y me centro en Elise.

¿Que Es Lo Peor Que Puede Pasar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora