Kirishima, me preocuparte MUCHO.
Estúpido diario, te contaré el porqué.
Tuvimos un altercado en la ciudad, dio la casualidad que varias de nuestras agencias de la clase A estaban cerca, no sabía si alegrarme de verte en la escena o enojarme porque tuvieras que involucrarte en el peligro, por más fuerte y bueno que seas, todo héroe está en peligro cuando un villano aparece, aún más en grupos grandes y nosotros siendo novatos con licencias nuevas.
Sé que somos los mejores pero aún así, está siempre esa pequeña preocupación, con villanos nuevos de los que no tenemos conocimiento de sus quirks es a los que suelo temer un poco, un 10% tal vez. Nunca lo demostraría porque tampoco los héroes necesitamos a otros héroes que duden de nosotros, pero ya sabes, está esa pizca de preocupación siempre.
Llevábamos la ventaja, en verdad veía una victoria y sin civiles ni héroes heridos, pero estuve mal. El quirk de un villano desplomó la mitad de un edificio abandonado cercano al lugar. Pensé que no habría problema porque todos estábamos lejos de ahí, claro menos alguien.
Uravity.
Había usado su poder por bastante tiempo en la pelea, se debilitó y estuvo cerca del derrumbe, pero claro, el héroe Red Riot estaba ahí acompañándola.
¿Qué clase de héroe serías si dejas de lado a un compañero vulnerable a medio combate?
Sólo vi el edificio caer ante ustedes, grité tu nombre de héroe. Pero no respondiste.
Tal vez fue la impotencia, pero me desmedí un poco en mis ataques, apresuramos lo más que pudimos la pelea mientras unos se encargaban de ir a su rescate. Al vencer corrí a las ambulancias que comenzaban a subir a las camillas a Uraraka y a Kirishima.
Ella lucía débil, pero por otro lado tú... Dios, ni siquiera podía identificar de dónde provenía toda la sangre en tu cuerpo y cabeza, tenías los ojos cerrados y los paramédicos actuaron de inmediato, quise entrar a la ambulancia contigo, quise acompañarte, pero el Mitad y Mitad me congeló y Aizawa usó su quirk en mí.
Deku se acercó a mí me dijo que todo estaría bien, lo que menos necesitaba Kirishima era que estuviera por enloquecer, que debía ser paciente y esperar a que pueda ir a verte, porque incluso si te acompañaba ahora, me separarían de ti y me negarían verte hasta no sé cuándo.
Le hice caso, él estuvo apoyándome un poco, a fin de cuentas él sabía que me preocupaba tanto no sólo por ser mi amigo o por ser el único que me soportaba, sino porque me gustas y me importas tanto.
Los días fueron lentos y agobiantes sin ti a mi lado, no lo negaré.
Uraraka salió pronto del hospital, contó que estaba apartándose del lugar de pelea porque había llegado a su límite y no quiso estorbar, Kirishima la vió y la acompañó a alejarse a un lugar seguro pero a penas dijo eso vio como el villano hacía caer el edificio en ustedes, Kirishima activó su quirk.
La cubriste y llegaste a tu límite para protegerla.
Cuando terminó de hablar se acercó a mí y me dijo que a partir de mañana podría visitar a Kirishima, al parecer estabas mejor y le pediste que sólo me dijera a mí esa valiosa información, que tu primer día de visitas querías verme, no estabas listo para recibir a toda la clase.
Por supuesto que iría solo.
Cuando te vi en aquella cama sentí un vuelco en el corazón, te veías vulnerable, estabas dormido, así que sin pena me acerqué a ti y a tus vendas, en definitiva lucias mejor que la última vez que te había visto.
Cuando despertaste sonreiste al verme.
"Hey, Blasty"
Tal vez no fue la mejor opción responderte gritando quejas sobre lo que hiciste, la manera en que te arriesgarte y que me saludaras como si nada. Sólo reiste un poco antes de quejarte del dolor pero le restaste importancia.
"Gracias por venir a verme, así que muy preocupado por mí, ¿Eh?" te burlaste con una sonrisa.
"Por supuesto, Kirishima"
Tu reacción no la olvidaré, te sorprendiste de que dijera eso pero sonreíste satisfecho y me aseguraste que estabas bien.
Te regresé la sonrisa, al fin podía ver tu sonrisa. Fue como si hubiera estado esos días viviendo sin sentir un brillo de sol hasta verte sonreír.
Querido yo...
No te enamores.no te enamores más.
no te enamores aún más de su sonrisa.
no te enamores aún más de su cuerpo.
no te enamores aún más de sus ojos.
no te enamores aún más de aquél rojo falso en él.
no te enamores aún más de su inteligencia.
no te enamores aún más de su determinación.
no te enamores aún más de su amabilidad.
no te enamores aún más de su heroísmo.