Termino el drama, y ¿por qué nadie se adelanta al proscenio a saludar? Porque hubo uno que sobrevivió al naufragio.
Dio la casualidad de que a la desaparición del parsi ocupara yo el puesto del «hombre de proa» en la ballenera de Acab, y yo también el que se quedó atrás al caer los remeros al mar el último día.
De modo que estaba flotando, al margen de toda la escena y presenciándola por entero cuando la succión del buque al hundirse me arrastró lentamente al torbellino final.
Comencé a dar vueltas. acercándome cada vez más a la negra burbuja central. que reventó al llegar yo. Y allí. suelto gracias al resorte que le sostenía. surgió del mar el féretro-salvavidas. cayendo a mi lado. Sostenido por aquel ataúd estuve flotando un día entero v una noche en las aguas. Los tiburones, inofensivos se deslizaban junto a mí. Al segundo día se fue acercando un barco que me recogió.
Era el Rachel, vagando siempre en su pertinaz búsqueda de sus hijos perdidos, y que, a Dios gracias, encontró otro huérfano. Yo.
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Moby Dick
RandomAutor: HERMAN MELVILLE La historia la narra Ismael, un superviviente del último viaje del Pequod, el barco ballenero comandado por el Capitán Acab. Ismael nos cuanta como se enrola siendo un chaval en el Pequod, un barco que emprenderá un largo viaj...