Primera vez

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Era un embajador jotun y Thor planeaba avanzar con él en cuanto estuviera fuera del radar de Odin, su silla y sus cuervos. Seguramente Heimdall no diría nada, solo era una travesura, un acercamiento en buenos términos con la raza jotnar. Dejó a sus amigos en la gran mesa para que devoraran a su antojo y dijo en voz muy alta:

—¡Me voy a dormir!

Pero no lo hizo.

.......

Estaban de acuerdo que éste no era el mejor lugar para conocerse pero la urgencia apremiaba y Thor no era muy exigente aunque su compañero parecía en extremo elegante y complicado. Tardó tanto en convencerlo de acostarse sobre el heno que bien pudo dejarlo y salir a buscarse otra diversión pero entonces no lo habría sentido como una victoria y mientras se quitaba la ropa en la oscuridad tropezando hasta con sus pies, intentaba mantener una conversación decente con él.

—¿De dónde eres? Aunque no me importa.

—Cállate.

—¿Cómo te llamas? Aunque no me importa.

—Cállate.

Después de veinte minutos de manoseos y besos furtivos (los besos fríos del jotun sabían bien y Thor siempre quería un poco más) aún intentaba concentrarse en el acto sin lograrlo. Parecía un puberto inexperto junto a su compañero. Lo había visto en la penumbra parpadear dos veces y luego cerrar los ojos, mareado por la intensidad de sus múltiples orgasmos ¿Por qué, maldita sea, el jotun podía sentir tanto y él, nada? Algo malo debía tener, no era su culpa, no.

Comenzó a moverse más lento, luego más rápido, cambió de posición una vez y luego otra pero nunca dejó de embestir. Lo único que logró fue terminar sudado y cansado, con la polla intacta sin haber logrado eyacular ni una vez. Cuando el jotun palpó su pecho y lo sintió húmedo y desesperado por acabar, se inclinó sobre él y empezó a reirse.

—Lo siento, quería disfrutarlo. Es mi primera vez con un aesir.

—¿El qué?

—Puse un hechizo en ti para que dures pero está empezando a dolerme y ya me he saciado.

¿Cómo se había atrevido? Esta iba a ser su primera vez con un jotun. Se lo reclamó haciendo enfasis en la nobleza de sus títulos.

—¡Soy un principe!

—Bueno, ya, no desesperes. Puedo intentarlo una vez más por tí.

Le enseñó sus manos y Thor se quedó viendolas sin saber para qué hasta que su erección volvió a palpitar dentro de su compañero. Entonces volvió a levantar las piernas del otro sobre sus hombros y comenzó a embestir. Ahora era diferente, delicioso, en cada golpe chocaba un punto de placer y su polla se engrosaba e inquietaba buscando rozarse más.

—Por cierto, yo... mi... mi nombre... es Loki.

—Es un placer ahora sí —Thor gruñó acariciando el cuerpo de su acompañante, tan hermoso al tacto como podía imaginarlo. Ojalá hubiera una maldita luz encendida para mirarlo bien.

—Despacio... duele.

—Perdón.

No era sincero, ese bribon le había robado mucho tiempo con su truco y Thor siempre se había jactado de ser un amante fogoso y cumplidor. Loki volvió a suplicar debajo, rendido ante el peso del rubio mientras éste descargaba su primer chorro potente dentro de él.

—Perdón... llevame el ritmo, muevete conmigo, Loki.

—No puedo, por favor.

Lo sentía mucho pero ahora estaba inspirado y su cuerpo no quería frenar. Cerró los ojos y se dejó llevar, perdiendo toda noción del tiempo. Todo lo que podía sentir era una oleada de placer tras otra y el interior de su compañero, húmedo y excitante, apretado y delicioso. Siguió llenandolo, orgulloso de mostrarle el rendimiento aesir sin usar trucos baratos de magia y después de sacudirlo y exprimir sus dotes otro buen rato, lo liberó al fin.

Loki terminó llorando en sus brazos, todo su cuerpo cálido temblando por la experiencia vivida. Había sido un poco rudo pero Thor pensó que debía estar acostumbrado, los jotuns no tenían fama de ser gentiles en el coito. Loki se acercó emtonces a su oído como temiendo que alguien más pudiera conocer su secreto.

—Fue mi primera vez.

Pequeño tramposo, tenía lo que merecía. Thor sintió como frotaba sus lágrimas contra él y aún así le costó creerle. Aunque parecía muy convincente el jotun era, a todas luces, un adulto bien formado y en la flor de la edad. Resultaba imposible creer que él nunca antes...

Quería ayudarlo a vestirse pero intentó primero compensarlo un poco por lo vivido. Ahora estaba arrepentido de haberlo traido a un granero sucio y desordenado para vivir esto. Lo cubrió con sus brazos y dejó que se inclinara sobre él y se recostara en su pecho. Así podría sentir su afecto, su gratitud. Consideró una ofrenda su pureza y haber sido el primero en su vida aunque aún le parecía extraño. Él nunca había sido el primero en la vida de nadie, todas mujeres y hombres expertos que actuaban sin hablar como muñecos de goma.

Este jotun era diferente con sus sentimientos y su dolor. Thor no era precisamente un hombre sensible capaz de sentir empatía por un desconocido pero este Loki no parecía un cualquiera. Un político bah, un embajador con titulos, demasiado joven pero versado y astuto, con una lengua afilada para responder chascarrillos. Thor se había sentido atraído por ello, este lado vulnerable no lo habría imaginado en alguien como él. Sonrió recordando lo ocurrido y cuando quiso darse cuenta ya estaba otra vez perdido en sus besos, sintiendo sus músculos tensarse, la polla dura otra vez.

......

La puerta cedió y cayó de forma insólita frente a ellos. Loki se irguió desnudo frente a la figura, orgulloso de su porte y Thor lo miró, a la luz de la luna. Era más esbelto de lo que recordaba, allá en la audiencia con el Padre de Todo, con el pelo negro largo y los ojos azules y rojos, una música se reprodujo en su cabeza y nunca más la olvidó.

Si alguna vez olvidara tus ojos
entonces podría la muerte encontrarme
No quiero olvidarte, mi rosa,
mi vida, no faltes
Hasta el fin del mundo buscaría recordarte
un poco más.

Sonrió estúpidamente ante la melodía mientras veía a todos a su alrededor moverse en cámara lenta, Heimdall sacudiendo con ira sus manos reprochandole mientras un ayuda de cámara cubría a Loki con una de las capas, la roja de él ¿Pero reprochandole qué? Thor sonrió mientras Loki respondía exasperado ante los cuestionamientos de su gente. Esperó que correspondiera sus miradas pero estaba ocupado enfrentándose a todos y sin una pizca de verguenza. Hasta parecía disfrutar el alboroto provocado.

Heimdall llevó a Thor aparte y se lo dijo. Loki era hijo de Laufey de Jotunheim, uno de los príncipes jotnar y en su mundo estaba prohibida la práctica impúdica que acababan de cometer.

One shots thorkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora